Subrayo esto, que parece obvio, porque algunas personas pseudo espirituales “racionalizan” sus errores (para no asumirlos) y postulan (sin ninguna base) que todo lo que sucede siempre será “para bien de uno”.
Y no.
No todo lo que nos sucede ni todo lo que generamos que nos suceda (como consecuencia de nuestras acciones previas), es para nuestro bien.
A veces si, es (aunque no nos demos cuenta en el momento, porque a la larga la ganancia va a ser mayor que la pérdida del momento), pero a veces no (y te lo pruebo con un ejemplo extremo, porque luego ya se trata de cálculo de costos y ganancias en cada caso particular … cuando por imprudencia se genera un accidente que deja a la persona imprudente cuadriplejica paralizada totalmente, en silla de ruedas por el resto de su vida, dificil que en el calculo posterior de ganancias y costos uno realmente pueda decir que “salió ganando”).
Ni todo es “generado por Dios” o el destino o como quieras llamarlo (si así fuera no existiría nada de libre albedrío) ni todo es generado por nuestros subpersonajes internos, conscientes e inconscientes.
Las equivocaciones existen y uno paga el precio por ellas.
De ahi la importancia de pensar bien antes de actuar y de liberarnos de las compulsiones internas de nuestros subpersonajes inconscientes con asignaturas pendientes surgidas de las partes disfuncionales de nuestra niñez, que muchas veces terminan llevandonos a conductas que generan costos mayores que las ganancias.