Imaginate el ser humano como un huevo cuya cáscara protectora es el ego. Sin el ego no hay vida, tanto a nivel físico como mental necesitamos la frontera protectora (y las defensas activas para proteger esa frontera) que diferencia el “yo” del “no yo”.
Pero hay en todo ser humano un “hambre de unión” con el “no yo”, el hambre de fusión con el “todo”, Dios, o como quieras llamarlo, el hambre espiritual, para ponerle un nombre.
Como la mayoría de nosotros (99.99 %) no podemos saciar esa hambre (porque no sabemos generar experiencias místicas de fusión espiritual con la vida y el universo), sublimamos esa necesidad a través de la fusión con “el otro”, otra persona a la que nos entregamos y la otra persona se entrega a nosotros.
El amor romántico y la fusión sexual son en realidad sublimaciones del hambre de unión espiritual con Dios (uso Dios en el sentido espiritual no religioso del término)
Pero para poder fundir lo que está dentro de nuestro huevo con el huevo del otro (para seguir la metáfora anterior) debemos lograr, en determinados momentos, abrir la frontera y unirse a través de, bypaseando, ambas “cascaras” de los respectivos egos.
Algunas personas, que o tienen dificultad para abrir sus cascaras por los medios normales o que buscan mucha mas fusión que la persona promedio, utilizan el masoquismo como forma de “romper en pedazos” el ego (en lugar de abrirlo suavemente) y asi poder sentirse “fusionado con el otro” (que no es lo mismo pero tiene un sabor parecido a sentirse fusionado con el todo).
Como se rompe el ego?
Forzando lo opuesto a lo que el ego busca.
El ego busca sentirse seguro, a salvo, poderoso y orgulloso.
El masoquismo sexual encuentra placer (a través de la fusión que libera el interior rompiendo al ego) a través de estar a disposición del poder de otro (el sadico) de la humillación (humildad forzada y el concepto humildad y ego son opuestos conceptualmente) y todo como un “juego sexual de roles” (la esclava y el amo o el esclavo y la ama).
En esta época cada vez mas individualista, las personas encuentran cada vez mas difícil el poder abrir sus cascaras y encontrar al mismo tiempo otra persona que esté dispuesta (y sepa como hacerlo) para abrir la suya.
No es de extrañar que películas como 50 sombras de Grey se hagan populares porque reflejan una practica masoquista cada vez mas extendida entre las personas que tienden a encontrar el infinito placer de la entrega total a través de practicas masoquistas sexuales.
Y no hay nada malo en ello, por mas que es comun encontrar gente que está en contra de las prácticas sexuales no convencionales.
Solo que uno deberia tener siempre presente el ideal, que pasa por la genuina union de cuerpo mente y alma, mas alla de los chiches y los juegos sexuales.