En mis épocas “entre parejas estables” tuve muchas citas.
De todo tipo.
a) De esas que a los cinco minutos decís “que hago yo aquí?” pero ya estas y no te podes levantar e irte.
b) Otras que a la media hora sabia que no daba para una relación de largo plazo pero si para una relación sexual y de compañía agradable sea para un par de salidas o para un par de meses.
c) Y otras que me parecía que quizás había potencial para explorar una relación estable (la mayoría de las cuales NO desembocaron en relación estable)
En todas las que pensaba que podían tener potencial fui totalmente “abierto” respecto a como soy, defectos incluidos, sin adornarlos ni disimularlos ni disminuirlos, desde el principio, intercalado con el “interrogatorio” del cual hablo en el posteo anterior.
Jamas pensé en “esperar al momento adecuado” para contar como soy, lo bueno y lo malo, lo que pienso, lo que me gusta, lo que espero de la vida y de la eventual pareja que tenga y las cosas que mas me han criticado parejas anteriores.
Por cuatro razones;
1) Primero porque nunca llega el momento adecuado dado que cada día que pasa se va haciendo mas y mas difícil el contar (cuando son cosas que no te dejan bien parado de alguna manera), porque intuitivamente sabes que el día que llegue que se lo cuentes, la otra persona siente que “le mentiste por omisión” todo este tiempo y eso es malísmo para la generación de confianza entre ambos, porque esperar para contar es una forma de manipulación, es esperar que la otra persona se involucre con uno para ahí, cuando uno la tiene así mas “agarrada”, contar o mostrar de uno “eso” que uno no fue abierto y cristalino al principio.
2) Segundo porque si tengo que disimular quien soy para ser gustado, no me siento cómodo ni valorado. Todos tenemos defectos y yo también. Y si mis defectos a la otra persona le hace fruncir el ceño, prefiero que lo haga ANTES que yo me vaya involucrando emocionalmente, no después.
3) Tercero porque cuando uno es abierto y cristalino invita a la otra persona a serlo también, y así como empiezan las cosas tienden a seguir, y la intimidad real, eso de poder bajar todas las barreras y defensas y ser con el otro totalmente abierto sin temor a ser juzgado negativamente, es una de las cosas mas valiosas que brinda una relación constructiva de pareja, y el momento de empezar a cultivar eso es desde el minuto uno de la relación.
4) Hay relaciones donde uno no quiere contar ciertas cosas y relaciones donde el otro no quiere enterarse de determinadas cosas. Las relaciones no son buenas o malas, van en todos los grados entre el 1 y el 99 (no existen relaciones 0 ni 100). Tanto mas honestidad hay en el conocimiento mutuo, mayor el puntaje de la calidad de la relación. En MI caso yo cuento todo porque quiero sentirme querido realmente, y si tengo que mentir por omisión para que me quieran, me acepten y me valoren, mi sensación de ser querido, aceptado y valorado disminuye.