Si vas a un Hospital Psiquiatrico, a donde encerramos a los que llamamos “locos” vas a encontrar que el factor común en las personas alli encerradas es que no saben distinguir la fantasía de la realidad.
Sin embargo fuera de dichos hospitales, cada mentira que nos decimos a nosotros mismos es exactamente eso, confundir fantasía y realidad.
No hay nadie total y absolutamente sano en el sentido de que no tenga ninguna falsa creencia o se diga ninguna mentira a si mismo sobre como son y fueron las cosas en realidad en su vida, pero tanto más se miente alguien, más loco/a está.
¿Son felices los locos internados?
Aun en los casos que parecieran que si, es la falsa felicidad de la locura que se obtiene al costo de tener que vivir en su mundo de fantasía.
Muchos locos eligen la locura porque no soportan la realidad.
La misma razón por la cual se miente a sí misma la gente de afuera del psiquiátrico: por miedo al dolor de tener que enfrentar la verdad.
La diferencia entre el que se miente a si mismo porque no soporta ver de frente la realidad sobre si mismo (o su familia, o sus circunstancias) y los “locos” internados solo es de grado, el concepto es el mismo.
Posdata: ¿tenes derecho a ser loco/a y mentirte a ti mismo/a en el grado que necesites para no sufrir? Por supuesto que sí; solo que luego no exijas que se te respete como si fueras alguien que dice (y se dice) la verdad.