La mayoría de los transexuales son mujeres transexuales; o sea personas que han nacido como hombres y que se han “sentido” mujeres desde muy temprano, o sea se han sentido “mujeres atrapadas dentro del cuerpo de un hombre”.
Y que han asumido su verdadera identidad, aun a costa de la discriminación que existe, en la mayoría de la gente (a nivel laboral por ejemplo, la mayoría de los empresarios no tomarían a un hombre vestido de mujer en su empresa; acordate que por cada mujer transexual bonita y femenina, o sea por cada hombre que elige ser mujer en su vida y realmente termina siendo físicamente indistinta a una mujer, existen 999 que quedan como disfrazados, en donde se nota claramente que son hombres, biológicamente hablando, vestidos de mujer).
Existen, en mi opinión, dos formas coherentes de tomar el tema:
1) la primera es pensar que si naciste con una biología y te “sentis” otra, tenes todo el derecho de vivir tu vida como quieras pero tenes un problema psicológico.
Porque “sentirse como si uno fuera…” es justamente lo que sienten muchos que están internados en hospitales psiquiátricos.
2) la otra forma de pensar es que los transexuales no tienen ningún problema psicológico y en ese caso las mujeres transexuales les demuestran a las feministas que promueven el unisex que están equivocadas.
En efecto estas feministas (que no son todas las feministas, movimiento que originalmente no sostiene que hombres y mujeres son iguales, PARA NADA, sino que exige iguales DERECHOS para hombres y mujeres) que sostienen que solo hay diferencias importantes entre la masculinidad de los hombres y la femineidad de las mujeres como resultado del adoctrinamiento y enseñanzas que reciben en su niñez, o sea que el ser humano es “unisex natural” y que no habría diferencias de no haber socialización hacia lo masculino y lo femenino, quedan demostradas como equivocadas en este punto ya que las mujeres transexuales demuestran que la femineidad, cuando existe, es innata, no algo forzado por las enseñanzas sociales y que es taaaan fuerte que, para poder alinearse con su propia esencia femenina, algunas personas están dispuestas a sufrir las consecuencias sociales de su alineamiento (y a pasar por operaciones quirúrgicas, tratamiento hormonal, etc etc etc).
Una cosa es exigir el derecho a que las mujeres que lo deseen, puedan elegir llevar en sus vidas el tipo de vida masculino que tenían los hombres en la época en que los roles de vida masculino y femenino estaban bien diferenciados, sin por eso ser criticada ni perjudicada en lo mas mínimo, y con iguales oportunidades y derechos que los que son biológicamente hombres (cosa que me parece de elemental sentido comun en el siglo 21) y otra sostener que la femineidad es algo inventado e impuesto por la sociedad.
Opino también que el votar una ley, como acaba de pasar en mi país, que le otorga a los transexuales una pensión de por vida que es mas de lo que ganan algunos jubilados, es llamar a los transexuales discapacitados, como a los ciegos y sordomudos, o enfermos cronicos que necesitan ayuda que no se pueden pagar (estoy de acuerdo por ejemplo en que me hagan pagar mas impuestos para subvencionar las diálisis de los que sufren de sus riñones y no pueden pagársela, o el subvencionar la insulina a los diabéticos que no pueden pagársela).
Mi punto es que si pretendes ser coherente no podes estar a favor de darle un privilegio económico a los transexuales sin considerarlos discapacitados o enfermos crónicos.
Y si alguien es discapacitado o enfermo no es “normal y sano”.
Por otra parte y justamente porque soy antidiscriminacion, pienso que este tema de forzar a los empresarios a tomar, cuando hay un puesto de trabajo, a una mujer transexual (o a un hombre transexual) para cumplir un “cuota obligatoria que marca la nueva ley” es una forma de discriminación, porque implica dejar fuera de un puesto de trabajo a otra persona que de repente está mucho mejor calificada pero que no se la puede tomar porque no es transexual.
En resumen, mi actitud sobre el tema de los/las transexuales es que mientras no se metan conmigo ni me perjudiquen (por ejemplo obligándome a subvencionarte), que queres hacer de tu vida sexual, que identidad sentís que te sienta mejor, considero que es tu tema, tu problema, tu elección y no soy quien para juzgar tu forma de vivir la vida (repito mientras no me perjudiques en NADA a mi).