1) No asumir que todo lo que haces tiene consecuencias y que las consecuencias son las que son, no las que tu crees que debieran ser, por lo cual, cuando lo que haces está mal, no asumís pagar el costo que realmente tiene para el futuro lo que has hecho mal sino intentas inventarte tu el costo que tu quisieras pagar (algo así como si los delincuentes eligieran ellos los años de cárcel que debe tener el delito cometido).
2) Creer que alguien te debe algo gratis, en lugar de tener asumido por obvio que todo lo que alguien te de te pone en deuda (deuda que para ser compensada debe implicar dar algo que valga tanto como lo recibido). Las relaciones son de dos tipos a) las de dar y recibir equilibrado y b) las de uso de uno hacia el otro en las que uno da más de lo que recibe. Los niños buscan recibir, los maduros emocionalmente buscan dar y recibir de forma equilibrada.
3) Creer que las excusas sirven para algo, cuando lo unico que valen son los HECHOS, que haces, para bien o para mal de los demas y no las explicaciones que des tratando de justificar lo que hiciste.
4) Creer que con pedir perdón alcanza, cuando por cada daño que haces debes COMPENSAR con algo que valga, para la otra persona, aun MAS que el daño que has hecho.
5) Creer que se puede tener la chancha y los cinco reales, en lugar de saber como un adulto que “todo no se puede” y que hay que saber qué sacrificar, para poder tener alguna otra cosa que para uno vale mas que lo sacrificado.