La gente que no sabe pensar bien con su propia cabeza necesita una “autoridad externa” para que les diga lo que tienen que pensar, sea la autoridad externa la Biblia, el Coran, el rabino, el cura, el guru de la secta o el lider intelectual de su grupo (ejemplo, los Freudianos con respecto a “lo dijo Freud”)
Las cosas no son ciertas por que lo diga alguien o esté escrito en algun lado.
Las cosas son ciertas si lo QUE se dice y los argumentos que lo sostienen y las pruebas o el razonamiento presentado, convencen a TU mente, si con TU lógica, con TU razonamiento y con TU intuición, esos argumentos te parecen adecuados.
Si confías en que has aprendido a pensar, y los argumentos dados no te parecen adecuados (o peor aun, si no hay argumentos, solo juego de palabras sin pruebas reales, y se te pide que lo creas “porque si” (o sea porque te lo dice Fulano o está escrito en “Tal o Cual” lado) acordate que lo que importa a la hora de separar la paja del trigo no es ni QUIEN lo diga, ni DONDE esté escrito sino QUE se dice y su validez o falta de ella.
Una vez que aprendes a pensar por la cuenta, ya nadie te puede manipular el pensamiento en aras de la “autoridad intelectual” o “verdad revelada”.