¿Por que reclutaste a quien te hizo daño?

En las relaciones de pareja destructivas a veces es claro ver quien es el que hizo las agresiones mas graves de los dos y por lo tanto es fácil ponerlo como el malo o la mala de la película.
Es perfectamente posible terminar dictaminando con objetividad: “hiciste esto y esto y esto que es mucho mas grave que lo que te hice yo a ti” (tomando como nivel de gravedad de la agresión al otro lo que una muestra de 100 personas tomadas al azar dirían que es de grave tal o cual cosa que ha pasado en la relación)
Pero terminar allí con el análisis es insuficiente.
¿Por qué yo recluté a una persona así para mi vida?
¿Qué gané YO con que me hiciera esto esto y esto?
Solo cuando nos hacemos cargo de nuestra responsabilidad en haber pasado meses o años en una relación que nos agrede gravemente y descubrimos al subpersonaje que GANA con eso, podemos utilizar la desgracia del sufrimiento pasado como una bendición para poder crecer y evolucionar.
O sea, en muchas relaciones destructivas hay un agresor o agresora principal (tema 1) .
Pero la RESPONSABILIDAD de haber entrado y permanecido en esa relación es de ambos por igual (tema 2).
Ni se debe dejar zafar de la responsabilidad principal por el tema 1 al que la tenga, que a veces tratan de usar el tema 2 para zafar de tener que confrontar que efectivamente FUERON el agresor principal, ni por encontrar al agresor principal en la relación se debe dejar de tomar en cuenta el tema 2 para que AMBOS puedan crecer a partir de esa relación disfuncional.
Posdata: le agrego a mi post un comentario que hizo Narendra Mar que es extremadamente certero.
Dice ella:
“Y en relación a este hilo, que tantas personas tienen activo en su vida, un tercer paso en el crecimiento personal, es ACEPTAR que tu ex pareja, no puede asumir su parte de responsabilidad, ni en el punto uno, en caso de haber sido la persona que mas agredió, ni en el punto 2; y no solo eso, sino que ademas hay que poder bancarse, que te culpabilice a ti de todo lo sucedido. Y es duro en una primera instancia, pero en el fondo maravilloso, poder ver y aceptar (rubro 2), que uno recluto como pareja, a una persona que viene a reproducir “textualmente”, el vinculo nocivo que tuvimos con nuestra madre o padre, en el cual, uno de ellos, nos lastimo o agredió por su forma de ser, y ademas, nunca pudo asumirlo, reconocerlo o pedir las disculpas del caso. Si todo esto no se pasa en limpio luego de haber vivido un vinculo toxico, lo cual evidentemente da trabajo, se volvera a repetir con la siguiente persona que se reclute. Por todo esto, viene bien citar la conocida frase de que, soltar no es decir adios, sino gracias…”

Para ver el posteo original con los comentarios en Facebook hacer click en el siguiente link: https://www.facebook.com/roberto.lazar.5/posts/10208532966142617

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