Los pedidos telepáticos inconscientes de madres a hijas

Me consulta una lectora hoy: mi hija fue abusada sexualmente por su padre, por mi padre y por otro familiar, hijo de mi padre con otro matrimonio, varios años mayor que mi hija, y también molestada sexualmente por tres o cuatro personas mas.
Y hoy manifiesta problemas psicológicos que leyéndote me parece que son de borderline. ¿Que me recomendás hacer?
Yo: que edad tiene tu hija?
Lectora: 14 años
Yo les pregunto a ustedes, lectores, cual es la pregunta que debería seguir a continuación.
Dejen de leer y piensen un minuto con los ojos cerrados, que le preguntarían a continuación.
(pausa)
La pregunta fue la siguiente:
Yo : fuiste TU abusada sexualmente en TU niñez?
Lectora: si, pero recién me acordé de eso hace cosa de un año.
Yo. Por quien fuiste abusada sexualmente?
Lectora: por mi padre
Yo: el mismo que abusó de tu hija?
Lectora: si
Yo: y que es lo que esperas ahora conseguir?
Lectora: sanarnos las dos
Entonces le expliqué:
Cuando una niña es abusada sexualmente a veces lo puede contar, como terminó contándotelo tu hija a ti, pero a veces no siente que puede contárselo a nadie porque o no le van a creer o no van a apoyarla.
Vos reprimiste los abusos sexuales de tu padre por no poder contárselos a nadie, y te acordaste de ellos “solo hace un año”. Eso me habla con claridad de quien y cómo fue tu madre contigo.
Una mujer que elige a un abusador como marido y se mantiene con él casada, es usualmente la mujer que mira para el costado sabiendo que usan sexualmente a su hija.
No solo eso, tu padre seguramente también abuso de tu hermanastro y de ahí este se convirtió a su vez en abusador (también lamentablemente pasa muchas veces convertirse en abusador cuando uno mismo fue abusado).
O sea, vos viviste con un padre fuertemente abusador y una madre que miraba para el costado y con la que no podías contar como apoyo para contarle tu problema y que lo solucionara.
Cuando se tiene un problema psicológico “trancado”, reprimido de la conciencia, la psique trata de sanarse.
La forma de sanar es revivir la experiencia para que esta vez, con otra sabiduría, (la propia y la de quien te apoye, sea tu madre o un terapeuta que te apoya, guía y enseña) elaborar el tema y neutralizar el daño lo mas posible.
La primera forma de revivir la situacion para elaborarla es concientizarla, revivirla en la mente, y la segunda es contarla, verbalizarla.
Vos no tuviste a quien contarle tu situacion para pedir ayuda. Padre abusador y madre que mira para el costado.
Vos no tuviste tampoco acceso a psicoterapia, por lo cual la única forma en que tu psique encontró para sobrevivir es primero reprimir el recuerdo (te acordaste recién ahora después de un año y después de que tu hija te contó todos SUS abusos) y la única (y poco constructiva) forma que encontró tu psique para poder “revivir el trauma para poder luego concientizarlo y elaborarlo y sanarlo” es entregando a tu hija a las fieras, eligiendo (reclutando usando tu intuición) como marido a OTRO abusador sexual, mirando para el costado cuando tu intuición te decía que tu hija era abusada (por tu padre, por tu hermanastro, por el padre de tu hija y por el resto de las personas que mencionaste que también la abusaron) HASTA llegar al penúltimo capitulo que es que tu hija hiciera lo que tu no pudiste hacer: contar.
Y ahí hacer tu con tu hija lo que hubieras querido que tu madre hubiera hecho contigo: apoyarla (y con eso recibir, a través de lo que recibe tu hija, lo que tu hubieras querido recibir, apoyo y contención y pedido de ayuda a algún terapeuta)
Lectora: huy, que fuerte lo que me decís
Yo: si, pero lo único que funciona en psicoterapia es llamar al pan pan y al vino vino, y que duela lo que tenga que doler.
Las buenas noticias es que tu hija ahora puede elaborar el tema, si consiguen un buen terapeuta.
Las malas noticias es que de un abuso sexual no se sale incólume, deja secuelas para toda la vida, hagas la terapia que hagas.
Pero algo podes hacer YA por tu hija.
Cuando inconscientemente tu psique diseñó la situacion para que tu hija volviera a vivir el mismo tipo de situacion traumática que vos viviste (obvio que todo inconscientemente, no es que vos en conciencia hayas “planificado” eso), no alcanza con reclutar a las personas acordes al plan.
Hay otro mecanismo que se usa que es PEDIRLE TELEPATICAMENTE a tu hija que te haga el mandado de vivir determinada experiencia, por lo cual tu hija hace las jugadas adecuadas para que “el lobo la coma” (o sea no alcanza con mandar a tu hija a hacer un mandado en un bosque infestado de Lobos, como la madre de Caperucita, aparte Caperucita estuvo educada de tal forma que cuando el Lobo se acerca, en lugar de huir despavorida, se pone a charlar amigablemente y hasta le cuenta donde la puede encontrar “para comerla” (en la casa de la abuela) y cuando tiene todas las evidencias de que no es la abuela la que esta en la cama, sigue ahi, con el Lobo, diciéndole “ay abuela que dientes grandes que tienes, etc etc etc”
Los pedidos telepáticos inconscientes (o sea no sabemos que los estamos pidiendo) a nuestros hijos funcionan igual que una hipnosis, que los programan para meterse en situaciones que son, justamente, las que secreta e inconscientemente, nuestra psique desea que “les pase” (si no queres que un lobo se coma a tu hija no la mandas a hacer mandados a un bosque infestado de lobos, cierto?)
Esos mandatos telepáticos los podes eliminar HOY MISMO, solo asumiendo que se los diste, y enviando el antídoto “te libero de ir a buscarte Lobos por la vida, mama va a solucionar su tema pendiente con Lobos en terapia” (claramente la madre de Caperucita tenia un tema con los lobos porque se crió con una madre que por algo vive, como viejita, sola, en un bosque infestado de lobos, normal la viejita no es y algo está buscando que le pase, el “problema” inconsciente con los Lobos viene pasando de generación en generación, porque ni la abuela ni la madre de esa hija que sufrió el episodio traumático con el Lobo, fueron a terapia).
Posdata: los “pedidos telepáticos inconscientes” existen entre TODAS las personas, entre madre e hija, entre padre e hija, entre madre e hijo, entre padre e hijo, entre integrantes de una pareja, entre amigos, etc etc etc. La intensidad y destructividad o constructividad del mandato telepático varia obviamente en una escala del 1 al 100 pero todos estamos recibiendo continuamente “invitaciones” o mandatos telepáticos a actuar de una u otra manera. Parte del crecimiento personal es 1) tomar nota de que estos mandatos telepáticos existen 2) tomar conciencia de cuales recibimos y dejar de hacerles caso si el mandato no es constructivo 3) tomar conciencia de cuales enviamos y dejar de hacerlo, si lo que enviamos como mandatos telepáticos o invitaciones telepáticas no son constructivas.

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