No tiene ningun sentido llevar a un niño a terapia si antes no van ambos padres, cada uno por su lado.
Los problemas de los niños son el resultado de los problemas de los padres, y llevar al niño a terapia es el equivalente a que si la luz del tablero del automovil se enciende diciendo que hay algo que funciona mal en el automovil, uno lleve el automovil al mecanico diciendole “vengo para que logre apagar la luz roja del tablero”.
El problema no es el sintoma (luz roja, el niño con problemas), el problema es la madre o el padre o generalmente, ambos.