Quien diga que hay que creerle a una mujer mas que a un hombre cuando es palabra contra palabra, está igual de fuera de sintonía con el concepto de “igualdad de derechos y posibilidades para hombres y mujeres” que aquel que dice que el lugar de la mujer es la cocina o cualquier otro disparate similar.
Me escribió una lectora diciendo:
Queeeee tristeza!!! al señor Darthes si le crees???
Porque le crees a él y no a una nena??? Ese es el flagelo machista que tenemos adentro en lo más profundo de nuestras células! Le crees al opresor y dudas del oprimido!!! Si la cosa cambiara y en vez de dudar de la víctima dudáramos del victimario estaríamos mucho más protegidas y fuertes!!!
Yo creo que hay gente que busca no la igualdad de derechos de hombres y mujeres sino que buscan un privilegio superior para las mujeres, basado en un desprecio y rabia, asumida o no, contra el género masculino, cuyo lugar de tratamiento es la terapia; sostienen que a una mujer hay que creerle siempre, pero a un hombre no.
Eso es locura, desequilibrio emocional, patético.
Una persona en sus cabales no cree ni descree de alguien mas ni menos por ser mujer o por ser hombre.
Eso es igualdad de género, aplicado al creerle o no a alguien.
Se requiere ver a las PERSONAS, no al género, a la hora de juzgar si esa persona está diciendo la verdad o miente y se debe juzgar exclusivamente por racionalidad y por intuición, no por solidaridad mal entendida (y digo mal entendida porque las mentirosas y fabuladoras que denuncian violaciones que no ocurrieron no fortalecen sino debilitan las justas reinvidicaciones de las mujeres abusadas, porque una vez se descubre la mentira, y la mentira tiene patas cortas, no solo queda descalificada la persona que mintió, sino a lo que representa como movimiento, y a todas las personas que de buena fe, le creyeron y la apoyaron en su momento).
Nota: a propósito, siempre que veas a alguien argumentando que en pleno siglo 21, a los 16 años y medio una adolescente es una “nena” o una “niña”, ya sabes que estás lidiando con alguien cuyo grado de fanatismo es tal que le omnubila la mente, y recordale, amablemente, que según la ley argentina y de todos los paises del occidente, a los 12 dejas de ser una niña para convertirte en una adolescente, y que un hombre que se acueste con una adolescente de 16 años se toma igual que si la mujer tuviera 26 o 36 o 46 años. IGUAL! No hay tal cosa como ser menor de edad para el sexo luego de los 16.