Imaginate que tu pareja tiene intolerancia a las harinas y vos le das a tu pareja de comer algo relacionado a las harinas
Va a tener una reacción adversa.
Hay personas que tienen intolerancia a las harinas, otros a los lácteos, otros al maní, etc, etc, etc.
En el tema emocional es similar.
Todos tenemos, en algún grado, heridas emocionales y estas heridas de nuestro pasado nos hacen “intolerantes a XXX situacion de vida” (que nos haga recordar lo sufrido en relaciones anteriores, y estas situaciones a su vez suelen ser la repetición de la “herida original” de nuestra niñez, solo que la mayoría de la gente no sabe ver el nexo de como reclutamos, de adultos, situaciones que repitan la herida original de la niñez, para tratar de superar la “asignatura pendiente”).
Una buena parte de las separaciones en las parejas surgen cuando uno (o ambos) hacen cosas que generan la “intolerancia a las harinas” emocional en su pareja.
No se trata de que la harina sea mala (no se trata de tener o no razon en lo que uno hace).
Es mala (dañina, destructiva) para ESA otra persona.
Si lo que uno hace, sin importar cuanta razón o justificación uno tenga en hacer lo que hace, justo pega en la intolerancia de la otra persona a determinada situación, se generan graves problemas que usualmente terminan en la separación.
De ahi que si a uno le importa la relación de pareja que tiene, no tiene que ocuparse solo de “tener la razón” en lo que hace (que ES importante también) sino de “conocer las intolerancias emocionales” de su pareja. Porque en caso contrario lo único que va a lograr es, post separación de la pareja, poder decirle a sus amigos “yo no hice nada malo” (“la harina es un alimento normal y yo solo le di harina”).
Posdata: tener una intolerancia emocional a algo por una herida no sanada del pasado no es ser “intolerante” en el sentido usual del término, sino tener una hipersensibilidad a determinada situacion donde se activan las emociones y se actúa en función de lo que “no se puede tolerar” justamente por esas heridas anteriores no sanadas que TODOS tenemos, en mayor o menor grado, cada cual la suya y diferente a la de su pareja en tipo y en intensidad.