Hay 3 opciones
1) no juzgar
2) juzgar pero juzgar erróneamente
3) juzgar con ecuanimidad y justicia y sentido común
No juzgar es lo mas CÓMODO, te exime de la responsabilidad de contribuir con tu mente y tus acciones para promover el Bien, la Verdad y la Justicia en el mundo.
Juzgar erróneamente lo único que te hace es hacer el problema aun mas grande del que es.
Juzgar con ecuanimidad (imparcialidad), justicia y sentido común te hace ser parte de la solución y del mejoramiento de este mundo terrenal.
Por lo tanto juzgar bien es difícil y da trabajo.
Y siempre tenes la posibilidad de equivocarte lo que asusta porque pone responsabilidad sobre tus hombros.
Los que se llenan la boca sintiéndose muy santos porque no juzgan no son santos, son CÓMODOS y son PARTE DEL PROBLEMA porque cuando no sos parte de la solución, sos AUTOMÁTICAMENTE parte del problema, por complicidad silenciosa (motivada por tu comodidad).
Todos los seres humanos tenemos la capacidad y el derecho de juzgar, porque tenemos libre albedrío, un cerebro racional y una conciencia moral. Decir que no podemos juzgar porque podemos ser injustos en nuestro juzgamiento tiene la misma FALTA DE SENTIDO COMÚN que decir que debemos terminar con el sistema judicial porque existe el riesgo de enviar a un inocente a la cárcel, lo cual ES una agresión a libertad de ese inocente, un error y una injusticia.
Y efectivamente todos sabemos que con el sistema judicial a veces HAY errores e inocentes VAN a la cárcel.
Pero a nadie con sentido común se le ocurririra desmontar a la policía a los jueces a los jurados a las carceles y al sistema judicial porque a veces la justicia (el juzgar) falla.
Hay dos reglas de oro para juzgar
1) no juzgues la paja en el ojo ajeno cuando tienes la viga en el propio (el equivalente a “la caridad empieza por casa”)
2) haz con los demás lo mismo que luego aceptes que te hagan a ti (y yo ESPERO de los demás que me ayuden a alinearme con la verdad, el bien y la justicia juzgándome cuando ven que me alejo de ellas)