Cuando te involucras en una linda y profunda relación de pareja te volves, inevitablemente, dependiente.
Si queres ser independiente quedate soltero.
Porque en el amor terrenal, real, de carne y hueso, no hay amor sin dependencia emocional (temor a la pérdida de la relación, para empezar, siguiendo con que ya no existen “tus” problemas porque “tus” problemas se convierten en “nuestros” problemas).
Y la dependencia es mutua.
Ni hablar de si tenes hijos, ahi, si sos normal, los problemas de tus hijos son tus problemas, sus sufrimientos son tus sufrimientos, sus alegrías son tus alegrías y no solo cuando son chicos, sino para siempre.
No hay dependencia mas fuerte que esa.
El crecimiento personal evita las dependencias innecesarias que trancan nuestro desarrollo (como la dependencia que tiene el niño interior hacia los padres, luego que somos adultos, o como la dependencia que tiene el niño interior necesitado de aceptación en general de “los demás”, que es el derivado de la dependencia original a la aceptación de nuestra familia) pero solo la gente muy dañada en su primeros vínculos emocionales confunde “crecer” con “no depender de nadie, nunca, jamas” (porque la primera dependencia le hizo doler mucho, por no tener padres y familia “funcionales y constructivos”)
La búsqueda de la independencia, asi, a secas, es la receta para la soledad mas abyecta, aunque estes rodeado de gente.