Estafa y chantaje emocional

A veces se cae en eso conscientemente y en otras se cae en eso inconscientemente (y el daño generado es exactamente el mismo, y como no hay premio medalla y beso para la inconsciencia, se te toma exactamente igual de culpable de estafa y eventual chantaje que si lo hubieras planeado en consciencia)
Cuando hablo de estafa emocional me refiero a la que algunas personas hacen cuando aceptan el plan de vida que otra persona le propone para juntar destinos en matrimonio y luego, al tiempo, incumple total o parcialmente lo que se comprometió a hacer (me refiero a cosas básicas del compromiso mutuo) con un “y si no te gusta divorciate”.
¿Por que lo llamo estafa?
Porque es el nombre que se le da en cuestiones económicas cuando bajo engaños logras que otra persona te de algo que vale económicamente hablando.
Aquí lo que se “da” es el corazón, los sentimientos, el involucramiento emocional y cuando se consigue que alguien de eso en base a compromisos que luego no se cumplen, el precio a pagar y la pérdida de la persona estafada es justamente el costo emocional al tener que aceptar continuar con una relación inaceptable o el costo emocional de terminarla (o ambas en sucesión)
Especialmente grave es cuando no están solo tus sentimientos involucrados sino que hay hijos de por medio, los de uno previo al matrimonio, que se involucran con la otra persona, los de la otra persona previos al matrimonio que se involucran con uno y/o los hijos que se tengan entre las dos personas que juntaron destinos en base a ese compromiso.
Y cuando hay hijos de por medio ademas de la estafa se configura siempre un chantaje emocional, indirecto, sin necesidad de palabras, porque las personas cuyos hijos están involucrados saben que de no aceptar ese incumplimiento viene una separación que genera un daño en esos hijos.
Posdata: si es tu caso y la persona que te estafó emocionalmente viene con “excusas” de porque asumió compromisos que no debía haber asumido porque “no tenia madurez” o “no tenia autoestima” o bla bla bla, recordale que después de los 18 años, no hay excusas que valgan, si dañas a alguien, la ley legal y moral te hace cargo de lo que hiciste. Punto y aparte.

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