Consiste en que cuando llegues a tu edad adulta, desoigas sus mandatos que vos consideres que son negativos para TU felicidad y autorrealizacion, por mas convencidos que tus padres estén de que eso es lo “correcto” para vos (según SUS conceptos de “lo correcto” que no tienen porque ser TUS conceptos de “lo correcto”)
Los mandatos de tus padres pueden haber sido emitidos con palabras directas, con “mensajes indirectos”, por escrito, con gestos, telepáticamente o con una combinación de todos estas formas de comunicación.
Sean cuales sean las formas de comunicación que hayan usado, vos sabes internamente que es lo que tus padres esperan de vos, que es lo que les agradaría que hagas y que les desagradaría que hagas.
Pero vos sos vos y ellos son ellos.
Si tu padre o tu madre no respetan tu individualidad y te toman solo como instrumento de SU felicidad, no merecen ser escuchados.
Y si quieren tu felicidad sabrán que no hay mejor guía para vos que tu brújula interna, cuando está bien calibrada y la sabes escuchar, para saber que es lo que te conviene a ti. De modo que el mejor favor que le podes hacer a la parte sana de tus padres es oír y seguir a tu brújula interior.
Y si tus padres no te criaron para que tomes contacto con tu brújula interna fallaron en una parte crucial de la educación de sus hijos, y es hora de que lo desarrolles por ti mismo/a.
No importa cuan buena persona sea tu madre o tu padre, no importa cuan sabios te parezcan tu madre o tu padre, creeme, todos tienen sus subpersonajes traumados que nublan su visión.
Por exactamente la misma razón que me opongo a las religiones, por tratar de imponer un dogma, y decirte que es lo que tenes que creer y hacer, me opongo a que los hijos sigan los lineamientos de sus padres solo porque ellos piensan que es “lo correcto”.
Ni el Dios de ninguna religión ni tus padres pueden decirte lo que tenes que pensar y hacer, salvo cuando todavía no te has desarrollado como adulto responsable.
Una vez que te consideres a tu mismo una persona adulta y responsable es hora de que te dirijas tu propia vida desde tu propia brújula interior, desde tu propia conciencia moral, que es nada menos que Dios (el verdadero, la inteligencia universal con el propósito de promover el bien y la verdad y la unión y la evolución en el Universo) conectando con tu mente y marcándote el camino con una “voz que te habla desde tu interior” o con “señales que te marcan el camino”.
La adultez y madurez intelectual, emocional y espiritual, viene con independencia de criterios.
Todos tenemos miedo de la desaprobación de nuestra madre o padre.
Pero todos tenemos que VENCER ese miedo.
Porque la desaprobación mas importante a temer es la de tu conciencia si renuncias a ser un manzanero que de manzanas (si tu esencia es ser un manzanero) solo porque a tu madre o a tu padre se le ocurra que debes ser un duraznero que de duraznos (quizás porque el tema de los duraznos sea una asignatura pendiente de SUS vidas y vos viniste a vivir TU vida y no a vivir la de ellos)
Si tu padre y madre te quieren de verdad, sabrán respetar tus decisiones y reconocerte como arquitecto de tu propio destino.
Y si no te quieren de verdad, ¿porque seguir sus lineamientos y buscar su aprobación?
Yo me paso diciéndole a mis hijos lo que a MI me parece correcto.
Pero solo para que tengan un punto de vista de alguien que (y ellos lo saben) los quiere bien.
Pero desde que son chicos les he dicho que después de los 21 años, ellos deben desgrabar de sus mentes todos los mandatos que les haya dado que ellos consideren que no son los adecuados PARA ELLOS por mas convencido que YO este de que lo son, porque yo soy el responsable del destino de mi vida, pero ellos son los responsables del destino de las de ellos.
Y lo que puede funcionar PARA MI puede no funcionar PARA ELLOS.
No estoy proponiendo tirar a la basura los consejos de los padres ni sus opiniones para la vida, por la misma razón que me pasé leyendo miles de horas los libros religiosos y espirituales para aprender de la sabiduría de todos, para luego con MI propia cabeza y MI propio sentido común y MI propio intuición, desarrollar MI propio sentido de lo espiritual.
Lo mismo es que les propongo a mis hijos y a todos los hijos del mundo.