Ahí, si no haces terapia, caes en la compulsión a la repetición de armarte un estilo de vida en que vos (si sos mujer) te cargas de trabajo y responsabilidades (o si sos el hombre, impulsas a tu mujer, promoves o permitís que se cargue de responsabilidades) del tipo que “obligan” a “no poder” estar más con sus hijos (por temas de horarios de trabajo) de modo que sus hijos TAMBIÉN terminen sintiendo lo mismo, de que su madre no les da suficiente atención por su trabajo y responsabilidades.
Y solo se podrá cambiar esta situacion cuando asumas que no es que no puedas (o tu mujer no pueda) estar mas con tus hijos, sino que secretamente estuviste maniobrando tu vida para armarla de forma de repetir con tus hijos lo que tu madre hizo contigo de niña/o (mal de muchos consuelo de ….).
Ni hablar si se juntan en pareja dos personas que AMBAS sufrieron lo mismo de niños, de que sus madres no les dieron bola “por trabajar”.
Ahi se juntan el hambre y las ganas de comer, y entre ambos van a crear, inconscientemente, sin darse cuenta de la compulsión a la repetición que ambos tienen, una forma de vida tal que luego sea “inevitable” que la mujer, en tanto madre, no tenga tiempo de estar con sus hijos (porque AMBOS marido y mujer, padre y madre, buscaban inconscientemente bajar el dolor del abandono a su niña/o internos/o con en el “mal de muchos ..”).
Y hasta que AMBOS asumen su juego inconsciente, la situacion externa no podrá cambiar porque la situacion externa es el reflejo de lo que el subpersonaje inconsciente de AMBOS han estado buscando como excusa para repetir la herida original tratando de que duela menos.