Eso de que con el amor alcanza es falso, tanto aplicado a las relaciones de pareja como a las relaciones con los hijos.
En matemática se llama “condición necesaria pero no suficiente”, algo que si falta, ya todo fracasa (por eso es “necesaria”) pero su mera presencia no alcanza para el éxito (por eso es “no suficiente”).
El infierno está empedrado de buenas intenciones y millones de padres han freído el cerebro de sus hijos y/o dado pésimos ejemplos y enseñanzas de vida (luego copiadas por los hijos) no por falta de amarlos sino por falta de información y/o por no haber hecho suficiente trabajo de crecimiento personal.
Si REALMENTE queres que tus hijos sean felices, se requiere que ADEMAS DE amarlos (en lo que cuenta, los hechos, no las palabras, o sea los sacrificios que gozosamente haces de tu tiempo y de tus recursos y de tu energía y de tus opciones de vida para que ellos estén bien) te pases VOS en limpio TUS subpersonajes inconscientes (y lo mismo tu pareja con los suyos) porque las asignaturas pendientes de los padres y sus traumas irresueltos y sus falsas creencias sobre la vida, recaen INDEFECTIBLEMENTE en alguno de (o todos) sus hijos.