La mayoría de los hogares del mundo tienen una persona, hombre o mujer, que cumple con el rol de jefe o jefa de hogar.
Se define con este término a quien tiene la responsabilidad ultima de pagar las cuentas y de tomar las decisiones basicas y mas fundamentales de hacia donde dirigir el barco de la familia que vive en ese hogar.
Es un rol que “pesa”.
Saber que si no pagas la luz te la cortan.
Que si no pagas el alquiler o la cuota del banco perdes tu vivienda.
Saber que las decisiones mas trascendentes que se requieren tomar con respecto a tu familia, hijos, padres a tu cargo, lo que sea tu familia, tienen consecuencias para bien o para mal y que va a ser tu culpa si las cosas salen mal.
1) Hay familias, pero son una minoría, donde el rol esta repartido 50 y 50 entre el hombre y la mujer tanto en el nivel de generar el ingreso necesario como en el de tomar las decisiones trascendentes.
En el otro extremo hay familias monoparentales donde el hombre o la mujer que queda a cargo de los hijos se transforma de facto en el jefe o la jefa de hogar, ahi el rubro está claramente en el casillero de 100-0.
Y todos los puntos intermedios.
2) Conozco muchos hombres, y me incluyo en esa lista, que no toman a mal si establecen una relación de pareja donde las cuentas las paga básicamente el hombre y la mujer compensa con otro tipo de funciones también requeridoras de energia, que son las mas tradicionales femeninas.
Conozco sin embargo muy pocas mujeres que aceptan por años y años que sea ella la que tenga que poner sobre sus hombros el desgaste de ser la jefa de hogar, con su hombre (pareja, novio, marido, el rol que quieras) dando excusas de algún tipo para no aportar al menos su 50%.
Lo cual me lleva a pensar que lo de la liberación femenina para esas mujeres solo existe para las ventajas, no para las desventajas.
3) Conozco familias donde a los hijos no se les enseña a valorar el esfuerzo y desgaste que significa ser el jefe o jefa de hogar. Y en esas familias los hijos no salen bien a la vida porque dan todo “por sentado”, porque nunca les enseñaron a agradecer el esfuerzo del padre y/o la madre para que las cuentas se paguen y se cumplan tantas otras funciones del rubro “responsabilidad hacia los hijos”.
Y los que salen al mundo de los adultos sin saber valorar lo que reciben terminan, mas tarde o mas temprano, no recibiendo eso que no supieron valorar y agradecer (porque a la gente no le gusta el papel de idiota de dar y dar y no ser valorado y que se lo agradezcan y naturalmente se alejan de las personas desagradecidas).