Uno de los errores (pecado = errar al blanco en arqueria, etimologicamente hablando) mas autodestructivos de los que hacemos los seres humanos es “no hacerse cargo de algo que uno hizo que esta mal”. Lo intenta explicar la Biblia 4 mil años antes de inventarse la rama de conocimiento llamada Psicologia, en el primer cuentito sobre los humanos que pone en sus textos (quizas asumiendo que la mayoria no se leera el libro entero asi que uno de los mensajes principales en tanto “manual de vida” habia que ponerlo bien al principio). Me refiero al cuentito de Adan y Eva. Cualquiera que sea la forma en que te quieras a imaginar a Dios no te lo imaginas como un tipo que necesita Google para saber algo, es “omnisciente” = sabe todo, por definicion. Sin embargo cuando lo del episodio de la manzana que Adan y Eva comen, habiendoseles dicho que no lo hagan, dice el cuentito que ahi Dios les pregunta (leelo en el Genesis) (les pregunta, como si “no supiera y tuviese que preguntar para saber”), ¿QUE HAN HECHO? (obviamente razonando un poco y dado que salvo que sea un Dios de cuarta, ya sabia que hicieron cuando y como, lo que estaba haciendo con esa pregunta era darles oportunidad de que se hicieran cargo de lo que hicieron). Pero ahi, según el cuentito, Adan y Eva no aprovechan la oportunidad, Adan patea para afuera la pelota “es que Eva me dijo que comiera” y Eva hace lo mismo “es que la serpiente me dijo que comiera”.
Y recien AHI, en ESE momento del cuentitdo, segun la Biblia, es que Dios los “del Paraiso”
Moraleja: dice la Biblia en esta primer leccion del “manual de vida”, que cuando hiciste algo mal, si luego no te haces cargo de lo que hiciste y tratas de negartelos, te va mal, te perdes el Paraiso nada menos.
En todos los libros sagrados de todas las religiones hay joyas de sabiduria.
Esta es una de ellas.
Por lo siguiente: hoy, 4 mil años después de escrito este cuentito, sabemos de como funciona la mente, y la enseñanza de ese cuentito es que cuando no te haces cargo de algo que hiciste mal, necesitas tapar tu voz de la conciencia cuya funcion es el “dolor moral”, algo que te “molesta” desde adentro cuando hiciste algo “mal” para empujarte a enmendar el camino de lo hecho mal, (asi como existe un mecanismo de que si te estas quemando la mano porque estas tocando algo muy caliente el mecanismo te genera dolor para que quites la mano de ahi antes que te hagas mas daño)
Eso de tapar la voz de la conciencia, para no sufrir el dolor emocional del dedito acusador desde adentro, se termina haciendo tan “carne y habito” cuando uno lo sigue manteniendo, que uno termina “cortando la comunicacion” con su mundo interior y por lo tanto con LA OTRA voz interna que nos “guia” en la vida: la voz de la intuicion. Para “no perder el Paraiso” necesitamos una oreja afinada hacia la voz de la intuicion para que nos oriente en tomar las buenas decisiones,y cuando cortamos el acceso a las voces interiores (para no tener que hacernos cargo de algo que hicimos mal), perdemos la brujula de nuestra vida que es la suma de la voz de la intuicion y la voz de la conciencia moral, y ahi se nos viene problema tras problema, tras problema, o metaforicamente hablando, “perdemos el Paraiso”.