Veamos un ejemplo típico:
Una niña de chica sufre por las infidelidades de su padre que hacen sufrir a su madre. Una y otra vez.
Pasan los años, ahora la chica es adulta. Va a una fiesta. La carga un tipo. Siente una atracción fuerte hacia el. No sabe porque (el porque es porque su radar interior ya le paso un scan intuitivo al tipo y sabe todo sobre el).
Se acuesta con el. Sale tres veces mas. Esta reenganchada.
Al final el tipo le confiesa que es casado pero “la mujer no lo comprende” y se va a separar. Pasan 2 años. No se separa.
Ahora nuestra protagonista le pone un ultimátum a su amante. O deja a su mujer o se termina todo. El tipo se separa y se casa con ella. Tienen dos hijos.
Pasan 7 años en total. Descubre que el marido la engaña.
Descubre que la estuvo engañando siempre desde que dejo a la mujer y ella (nuestra protagonista) paso a ser “la oficial”..
¿Mala suerte?
No.
Una mujer que tiene un subpersonaje interno que trata de justificar a su padre infiel intentando demostrarse a si misma que su padre no fue malo en realidad sino que todos los hombres “son así”, infieles, y ¿que culpa tiene su padre si nació hombre?, cuando descubre que un tipo engaña a su mujer (la anterior) y le miente para acostarse con ella (como cuando la conoció) en lugar de dejarlo ahí mismo, se siente “atraída” y lo llama “los misterios de la atracción romántica”.
Porque las pistas estaban ahí
El mejor predictor de la conducta futura de una persona es su conducta pasada y presente y es simplemente lógico y esperable que cuando ELLA sea la “oficial” la “otra” será otra mujer u otras mujeres.
Ese hombre al que eligió como marido era claramente un infiel.
Lo que llamamos “mala suerte” en general no es otra cosa que nuestros subpersonajes inconscientes autosaboteandonos la vida.
De ahí la importancia del CRECIMIENTO PERSONAL que empieza por pasar nuestros subpersonajes inconscientes a la conciencia.
Una vez pasado el subpersonaje a la conciencia uno le explica al consultante que si bien la INTENCION de ese subpersonaje que representa a la niña herida, de mantener lo menos mala posible la imagen de su papá, buscando hombres con el mismo defecto para que pueda pensar “no es culpa de mi padre, es que es hombre y todos los hombres son así” es una intención loable, porque esta buenísimo poder pensar bien de papá, la vida ha demostrado que EL COSTO NO VALE LA PENA LA GANANCIA.
Por lo cual con pena en el corazón le tenemos que decir “adiós” a la imagen de papá que queríamos (inconscientemente) mantener menos mala de lo que los hechos del pasado parecen mostrar, y aceptar que por esta encarnación NO vamos a tener el padre que hubiéramos querido tener, y seguir adelante con nuestra vida SIN autosabotearnos mas solo por tratar de “justificar retroactivamente a papá”