¿Todo lo que pasa tiene que pasar?

No.
Es cierto que la Providencia, Dios, el Programa Universal (ponele el nombre que quieras al poder espiritual superior que tiene sus propias reglas de funcionamiento, su propia intención, e incide sobre la marcha de las cosas en el Universo) incide en la marcha de las cosas (en y fuera de la Tierra) de maneras que no entendemos “por qué” ni “para qué”.
De ahí a exagerar el argumento y pasarse de dosis diciendo que toooodo lo que pasa sucede porque “tiene que suceder” hay un abismo, el abismo de olvidarse de que existe libre albedrío.
Muchas cosas que creemos que las elegimos no las elegimos, realmente, con libre albedrío sino que somos llevados de las narices por nuestros subpersonajes inconscientes, que tienen SUS agendas e intenciones, desconocidos para nuestra conciencia (de ahí la importancia de pasar lo inconsciente a la conciencia, para poder controlarlo)
Pero “muchas cosas” no son “todas las cosas” y todo nuestro sistema de vida humano está basado en que creemos que existe el libre albedrío.
Si no creyéramos que existe el libre albedrío no tendríamos cárceles.
Las personas que hacen algo malo y sentimos que no pudieron evitarlo, no los enviamos a la cárcel, los declaramos inimputables y lo enviamos a un Hospital Psiquiátrico.
Pero los cientos de miles de personas que hoy están en cárceles están porque creemos que hicieron algo malo que HUBIERAN PODIDO evitarlo, utilizando mejor su libre albedrío.
Y en función de esa creencia inventamos leyes, policía, sistema judicial, jurados, jueces y juzgamos, condenamos y castigamos.
Si no hubiera libre albedrío jamas nos sentiríamos orgullos de haber hecho algo bueno “mas allá de nuestro deber” ni nos sentiríamos avergonzados cuando hicimos algo que sabemos, interiormente, que estuvo mal que lo hiciéramos, que hicimos mal en hacerlo (aun si nadie mas lo sabe, o aun si nuestro grupo alrededor no nos dice que estuvo mal)
Los espirituoides que te dicen “no juzgues” nunca, están “tomados” por la necesidad de hacer zafar a alguien (su padre, su madre o ellos mismos) de tener que asumir su responsabilidad en algo que hicieron mal.
POR SUPUESTO QUE SI hay que juzgar, y condenar, cuando corresponde, empezando por nuestras propias acciones y responsabilidades y siguiendo con las de todo el resto.
Y en nuestro juicio y condena debe haber también compasión y misericordia y perdón, cuando corresponde (y jamas corresponde cuando el culpable no se arrepiente de verdad e intenta compensar su error)

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