En psicoastrologia la “casa 5″ rige las relaciones románticas y la “casa 7″ rige las relaciones comprometidas de matrimonio (el cielo se divide en 12 áreas a las que llaman “casas”, de aproximadamente 30 grados cada una, que en total suman los 360 grados del circulo completo)
Los astrólogos, sea que su arte sea correcto o no, tienen claro algo que los psicólogos también tenemos claro, que NO ES LO MISMO la relación romántica (que dura mientras dure el romanticisimo, al que algunos llamar “amor” o “pasarla bien”) y las relaciones comprometidas que aguantan los periodos de pasarla no tan bien, o mal, o cuando aparece alguien en la vuelta que nos llama la atención, o sea que las acciones cumplen con la palabra empeñada de hacer funcionar la relación en las malas y en las buenas, no solo en las buenas (mientras las malas no incluyan el incumplimiento de los pactos asumidos, caso en el cual cae por definición el pacto asumido de relación)
¿Como podes prometer que no te va a calentar nunca otra persona, que no te vas a llenar de deseo sexual o romántico por alguien por mas que estés en pareja con alguien?
No podes.
OBVIAMENTE.
No somos adivinos y no somos dueños de nuestros sentimientos y emociones y deseos.
De lo que SI somos dueños es de nuestras ACCIONES.
Yo no puedo prometerte que no me va a gustar otra mujer.
Pero SI te puedo prometer que te voy a ser fiel AUN si me atrae otra mujer.
Cumplir con la palabra empeñada solo es de personas éticas.
La ética ya “no se usa” por la mayoría de la gente porque vivimos en una época sin valores y a la gente se la educa sin valores.
Para los que seguimos creyendo en el valor de la ética, para los que creemos que no hay forma de sentirnos peor que cuando nos sentimos indignos, ES posible comprometerse para un matrimonio “en las buenas y en las malas” cumpliendo a rajatabla ambos los compromisos asumidos por mas que alguna vez tengamos ganas y deseos opuestos al cumplimiento de ese compromiso.
Cuando AMBAS personas son éticas, el amor tiene campo para florecer.
Cuando una o ambas personas en una relación no son éticas (como pasa en la mayoría de los casos) la relación sucumbe en la primer tentación a actuar “mal”, o en la tercera, o en la décima o en la numero treinta.