Y si cometes ese error, eso luego de adulto/a te autosabotea la vida.
Empecemos por el principio:
El cerebro solo capta por comparación de estímulos.
¿Cómo sabes si algo esta caliente o no?.
Comparando con lo que sentís ahora y lo que sentiste un segundo antes
Si te pongo la mano en un tacho de agua helada y luego te la saco y la pongo en un tacho con agua tibia, te va a parecer mucho mas caliente esa agua tibia que si te la hubiera puesto de entrada allí.
Esa característica del cerebro lo usa la policía con la técnica del policía bueno y el policía malo.
Lo vimos mil veces por TV.
El policía malo asusta al detenido amenazándolo con pegarle o matarlo si no confiesa
El bueno separa al malo del preso y al contrario, lo protege del malo, y gana su confianza y para “evitarle que el malo le haga daño”, logra que el detenido confiese.
Pero el policía bueno lo manda a la cárcel al final exactamente la misma cantidad de años preso por el delito cometido que lo que hubiera conseguido confesando al malo
Lo mismo pasa con los padres cuando uno de los dos fue muuuuy malo y el otro simplemente malo; si bien ambos le fríen el cerebro al niño en lugar de construirlo, el padre malo, comparado con el muuuuuuuuy malo, parece el “policía bueno” y por lo tanto el niño sale a la vida de adulto creyendo que ESO es “ser alguien bueno, normal, constructivo” y luego o el/ella mismo actúa así en la vida o se junta con personas (pareja, jefes, amigos) que lo traten de esa forma.
Una de mlas tareas de un consultante o psicoterapeuta es detectar cuando hubo un padre desastroso y otro malo y erradicar la FALSA CREENCIA del consultante que el malo fue bueno.
Y así lo libera para que pueda vivir su vida con nuevos mapas de que es en REALIDAD ser bueno/constructivo para la propia vida y la vida de los demás.