Seguir juntos no es lo mismo que perdonar.
La mejor forma que tengo para explicarlo es con el lenguaje del fútbol y las tarjetas que el juez saca o no después de una “infracción”.
PERDONAR es como cobrar un foul en un partido de fútbol, sin sacar tarjeta. ni amarilla ni roja. Hay veces que uno sufre un daño en una relación (de amistad, de pareja, de lo que sea, y “perdona”, o sea, el partido sigue “como si” no hubiera pasado nada. No hay “secuelas” para la persona infractora. Por el motivo que sea que uno “perdonó”.
SEGUIR JUNTOS sin perdonar, dando una última oportunidad, es el equivalente a “la ofensa no es suficientemente grande para que decida cortar aquí la relación, en vista de todas las otras cosas buenas que la relación tiene, pero SI tenes tarjeta amarilla”
Tener tarjeta amarilla, usando el lenguaje del fútbol, implica que el asunto no pasa al olvido, la infracción queda apuntada y, además, igual que en el fútbol pasa cuando te sacan tarjeta amarilla, en la próxima infracción de ese tipo la persona “no juega mas” (se viene la separación en la pareja)
Hay infieles que parecen creer que “seguir” es “haber perdonado”. No entienden el concepto de “tarjeta amarilla”.
Parecen creer que como seguís con ellos después de descubrirles la infidelidad tienen patente de corso para seguir siéndote infiel porque les vas a perdonar nuevamente.
Claro, terminan solos/as cuando ante una nueva infracción, los mandas al vestuario o (en el caso de algunos que no soportan ser abandonados se van solitos/as antes que pites el silbato porque por su patología no soportan ser dejados por lo cual necesitan abandonar antes de ser abandonados.)