La TV y los medios podrán hacer el esfuerzo que deseen en tratar de moldear al ser humano a la modalidad unisex, pero los genes son los genes y traen millones de años de evolución.
Parte de ser masculino, YANG, es el deseo de conquista y parte de ser femenina, YIN, es el deseo de entrega de si misma.
La escena típica de la mujer de las películas o telenovelas en que al final ella le dice al hombre “soy tuya” (te pertenezco, me entrego a ti).
Hoy es TAN FÁCIL acceder a una vagina que el coito usual por la vagina ya no tiene mucho de conquista para el hombre.
En cambio penetrar por el ano requiere una actitud mucho mas de “entrega” de la mujer porque necesita aflojarse para poder ser penetrada.
Y ESA es la razón por la cual los hombres parecen estar cada vez mas obsesionados con el sexo anal con la mujer porque necesitan sentir que “la conquistaron” = que “lograron que se entregue”.
Lo que no saben esos hombres es que la conquista real no es ni de la vagina ni del ano, sino del corazón y la mente de una mujer.
Y eso es mucho mas difícil de lograr y no se hace con seducción sino con compromiso y continuidad en la relación.