Por un par de centímetros

Otra historia de película, solo que real.
Fines de la segunda guerra mundial, los nazis entran a Hungría.
En determinado momento soldados nazis agarran al tío de mi padre, Ladislao.
Inmediatamente lo llevan junto con unos 50 hombres mas a matarlos, por ser judíos. Era de noche.
Para ahorrarse tener que cavar una tumba los alinean sobre un puente encima del río Danubio, todos agarrados con cuerdas entre las muñecas, de modo que estén parados contra el borde del puente y así cuando los fusilen sus cadáveres caigan sobre el río y la corriente los lleve.
Mi tío abuelo se prepara mentalmente a morir.
Los soldados nazis empiezan a ametrallarlos
Pero se ve que el soldado que estaba ametrallando esa zona que incluia donde estaba parado mi tío abuelo movió demasiado rápido el caño de la ametralladora justo cuando estaba barriendo la zona donde estaba mi tío abuelo, así que mi tío no recibió ninguna bala y cuando los hombres baleados cayeron hacia atrás, desde el puente al río, arrastrando en la caída a mi tío, mi tío cayo al río SIN una bala metida en su cuerpo (un par de centimetros de diferencia en el cañón de la ametralladora del nazi, proyectados hacia adelante donde estaba la linea de hombres parados eran los 50 cms que hizo que a el no le diera ninguna bala).
De los 50 que cayeron, todos cayeron muertos o moribundos salvo 2, mi tío abuelo y otro, sin una bala en el cuerpo, era invierno, el río estaba lleno de témpanos de hielo y los nazis siguieron disparando desde encima del puente hacia el agua.
Mi tío abuelo logra zafar de las ataduras del cadáver de la izquierda y de la derecha y nada bajo el agua helada y las balas desde el puente no le dan.
Logra llegar muerto de frío a una orilla lejos del puente y volver al refugio donde estaba escondida mi madre y la madre de mi madre
Y en un bolsillo de su pantalón encuentra una bala.
Una bala que debe haber atravesado al cuerpo del hombre que estaba al lado de el salido y entrado a ese bolsillo
Dos años después él vino a Uruguay.
Dado que el vino al Uruguay, mi padre tres años después vino al Uruguay.
Dado que mi padre vino al Uruguay yo nací aquí y puedo estar escribiendo esto ahora.
Cuando cumplí 13 años mi tío abuelo Ladislao me hizo un regalo.
Esa bala, con una cadena.
El segundo nombre de mi hijo David es Ladislao, en su memoria
O sea que vos me estas leyendo “por un par de centímetros”.
Causalidades.

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