Porque madurar es hacerse responsable, hacerse responsable es hacerse responsable en general, INCLUYENDO hacerse responsable del propio futuro, lo que implica postergar el placer hoy, para invertir en algo que aumente las chances de obtener un mejor futuro mañana.
Y los jóvenes de la generación “Y” no tienen ninguna sensación de seguridad en que EXISTA un mañana, por lo cual el “negocio” de madurar, hacerse responsables y postergar el placer de darse los gustos HOY les resulta un mal negocio.
¿De quien es la culpa?
Para empezar de nosotros, sus padres.
Lo cual agrava el problema, porque conscientemente o no, nos sentimos culpables. De modo que los hemos criado dándoles todos los gustos YA, porque “pobrecitos, fijate el mundo de mierda que les hemos legado”, de modo que por lo menos que disfruten de su vida mientras no se caiga el mundo (sea que esta idea la procesemos consciente o inconscientemente), y de la misma forma que “lo que no te mata te fortalece”, es cierto también de que “lo que te cría sobre protegido te dificulta desarrollar la capacidad de valerte por ti mismo y hacerte totalmente cargo de tu vida, o sea, la definición de una persona madura emocional e intelectualmente.