Estoy en contra de utilizar la nueva moda de algunos del lenguaje inclusivo que dice “todEs nosotrEs” en lugar de “todos nosotros” o “todas nosotras”.
La razón es la siguiente.
1) La mayoría de las decisiones que uno debe tomar en la vida no es entre algo bueno y algo malo (si fuera así seria facilísimo elegir bien) sino entre dos cosas buenas, y ahí hay que saber sacrificar algo bueno cuando lo otro es aun mas bueno, o entre dos cosas malas, y ahí hay que saber aceptar los perjuicios de algo malo, porque la otra opción implicaba asumir costos aun mas perjudiciales.
2) Continuar con el lenguaje diferenciado tiene algo malo porque es pro-masculino, como si lo femenino fuera de segunda categoría, ejemplo si hay un grupo de personas, hombres y mujeres y queremos decir algo que se refiere al grupo, decimos todos nosotros (masculino) y no todas nosotras (femenino).
Solo usamos todas nosotras para referirnos a un grupo donde exclusivamente hay mujeres.
En ese sentido, el lenguaje inclusivo de decir “todEs nosotrEs” poniendo una “e” en lugar de “o” o “a” parece revalorizar lo femenino al mismo plano de importancia que lo masculino y eso es bueno.
3) Sin embargo hay un costo asociado a eso que no vale la ganancia obtenida.
Y es que un cambio así en el uso del idioma le hace el juego a dos movimientos que son a mi entender totalmente perjudiciales para el bienestar de la humanidad:
a) el movimiento globalista que busca un nuevo orden mundial para lo cual debe debilitar todo sentido de identidad previa que tengan las personas (para lo cual sirve debilitar el sentido de familia, el sentido de pareja con compromiso profundo (el sentido de identidad a través del “nosotros” que se forma en pareja), el sentido de nacionalidad (el sentido de identidad que surge de valores y costumbres de un país determinado), y la identidad de genero, eso que nos identifica con ser masculino o femenino, hombre o mujer.
b) el feminismo radical, que mas allá de buscar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres para que cada cual haga de su vida lo que desea independientemente de su género y no tenga que pagar un costo de discriminación por ello en algún sentido (lo cual es bueno), busca igualar los roles de hombres y mujeres, aduciendo falsamente que la diferencia entre masculino y femenino es una “construcción social” cuando no es así, hay diferencias enormes (POR SUERTE) entre lo masculino y lo femenino, entre lo yang y lo yin y los hombres nacen con tendencia yang masculina (salvo los cientos de miles de excepciones que solo confirman la regla) y las mujeres nacen con tendencia yin femenina (salvo las cientos de miles de excepciones que solo confirman la regla).
Lo que se requiere, en lugar de promover la falta de identidad de género, es que se revaloricen los aspectos femeninos yin de la vida como igual de valiosos que los aspectos masculinos yang de la vida (o sea el feminismo radical le sigue el juego, por otros motivos, pero le sigue el juego, al movimiento pro nuevo orden mundial que intenta destruir las identidades previas de la gente)
Y por el motivo arriba expuesto de que cuando hay que elegir entre dos cosas malas, hay que elegir la menos mala, y hacerle el juego al movimiento globalista que en este caso busca exactamente lo mismo que el movimiento feminista radical me parece el mal mayor, es que estoy en contra del lenguaje inclusivo.
Notas:
http://robertolazar.com/yin-y-yang/
Por que estoy en contra del llamado “lenguaje inclusivo”
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