(será obvio para algunos, pero todos, a veces, nos olvidamos)
Para el niño que vive todavía dentro de vos (y que muchas veces es el que en base a sus heridas de niñez toma las decisiones de tu vida), los padres son “casi casi” como Dios, super sabios.
“Si mis padres no me dieron suficiente atención, cuidados y amor, y antepusieron tal o cual cosa antes que mi felicidad- piensa un niño- está “claro” (para la claridad que puede tener un niño chico) que mi “importancia” y mi “valor” no valen mucho. Mis padres son los que saben como es todo – píensa siempre el niño- y si yo valiese mucho, me hubiesen cuidado mejor. Por lo cual deduzco (penso el niño) que todo lo que no recibi de mis padres es porque no lo mereci”.
Y ahí es que disminuye nuestra “autoestima” y se generan toda clase de “creencias limitantes” sobre nuestras expectativas para ser felices y tener éxito (en algun area de la vida o en varias).
Ese mismo niño que todavía vive ahí, dentro tuyo, opinando y decidiendo, considerando que vales tanto como tus padres hayan demostrado con sus “prioridades” y su “manejo del amor y de la atención y de los cuidados que te dieron” necesita que le expliques una y otra y otra y otra vez, que esa fue una conclusión equivocada sacada por un niño asustado y cuya vida dependia de la aprobacion de sus padres: “tu valor NO depende de eso; lo que pasó cuando eras niño/a habla de tus padres y de SUS rollos y de SUS problemas y de SUS carencias, no de ti y de tu valor y de tus permisos para ser feliz y desarrollarte. Porque, sorpresa!…tus padres NO ERAN Dios, sino solo 2 personas con limitaciones (DOS, nada mas que DOS entre SIETE MIL MILLONES DE PERSONAS).”
Como decia al principio. Esto es básico para algunos (y nuevo para otros).
Pero mucha gente aun con titulos de psicologo o psiquiatra, SIGUEN, a veces (y me incluyo, no se escapa nadie) en alguna actitud, reaccion o decision en sus vidas, siendo “manejados” por esos “niños internos” que viven dentro nuestro, y que no lograron, ni lograran jamas en un cien por ciento, liberarse totalmente de los “hechizos” generados por las partes poco constructivas de mamá y papá.
Por lo cual este recordatorio, cada tanto, es como pasarle el antivirus al software de tu computadora.