Ayer hable sobre la idea de Garriga, que es de elemental sentido común, de que existe un ansia natural de “justicia” en el ser humano, o, dicho de otra manera, de que el ser humano tiene una oposición interna natural en contra de la impunidad.
Y que eso no solo se aplica a la vida civil (si estafas o robas vas preso, porque existe un “pacto” en la comunidad de “no le quitaras a otro lo que es suyo, ni con fuerza ni con maniobras) sino también, y ahí la idea de Garriga, a la vida de pareja.
Si rompes un pacto y así “estafas” a tu pareja de su derecho de que los pactos sean cumplidos (ejemplo, la fidelidad sexual, pero cada relación de pareja tiene ademas otros, mas allá del tema sexual), el estafador, el que no cumplió con las pactos explícitos o implícitos con los que se formó esa pareja debe ser castigado, dice Garriga en su video.
Pero al igual que en lo que pasa en la vida civil, Garriga opina, muy inteligentemente, que uno no puede ser juez y parte para dictaminar cual es el castigo, porque al estafador siempre le va a parecer demasiado castigo y al estafado demasiado poco, por lo cual se requiere alguien externo (en la vida civil lo llamamos “juez” o “jurado”), que dictamine, objetivamente
a) si hubo realmente estafa a algun pacto de la pareja y
b) cual es el castigo “justo”
con el consentimiento tácito de que …
c) los ciudadanos van a aceptar el dictamen de la justicia y lo van a cumplir (o, en la pareja, que ambos van a aceptar el dictamen del psicologo asesor vengologo, o justiciologo, llamalo como quieras, y el estafado no va a decir “no acepto tan poca venganza” ni el estafador va a decir “ah no, yo quiero que mi estafa sea gratis, ejemplo …. porque yo haya sido infiel no acepto que mi pareja me sea infiel a mi, o se sienta posteriormente muy enojado o ningun otro tipo de “castigo”.
Y decía ayer y aquí retomo el post, que en la práctica, las personas se comportan como NIÑOS en busca de una MADRE INCONDICIONAL y en contra del mas elemental sentido común, pretenden que su estafa les salga gratis.
Ejemplo, si incumplis el pacto de la fidelidad, no solo la gente, en general (las excepciones solo sirven para confirmar la regla) no acepta de que el estafado le sea infiel a el/ella, como retribución, para equilibrar la balanza, sino que NI SIQUIERA acepta que el estafado/a tenga, en el futuro, ningún tipo de trauma, dolor, caras largas cuando el dolor de la estafa asoma, hostilidad en contra del estafador, nada.
Crimen gratis.
Diras que no es “lógico” pero así funciona el ser humano en las relaciones de pareja reales.
Y POR ESO SON TAN IMPORTANTES LOS PACTOS EN LAS PAREJAS, CLAROS, QUE AMBOS SEPAN EN QUE CONSISTEN Y ADEMAS CUMPLIRLOS, POR AMBAS PARTES.
Porque en el momento en que uno de los dos toma la ley en sus manos y hace lo que se le da la gana, en lugar de “en lo que habían quedado”, si ni siquiera puede haber algo que vuelva la balanza al equilibrio, salvo el perdón genuino de corazón (que Jesus, Buda y un puñado de otras personas quizás lo sepan hacer pero al 99.9% de la gente no le sale, según décadas que tengo de observar la conducta humana), se instaura, después de la estafa, un circulo vicioso de deterioro de la relación de pareja.
En otras palabras, una cosa es “volver con la pareja que estafó”, porque la queres, porque la extrañas, porque la necesitas o por el motivo que sea que no es el “perdón desde el alma” y otra la actitud de “hagamos como que aquí no ha pasado nada”.
Por lo cual las parejas en donde uno de los dos estafa, y pretende que su pareja actúa como la madre que no tuvo (con amor incondicional) está, por lo dicho arriba, tacitamente condenada A MENOS QUE un psicólogo vengologo experto en “justicia matrimonial” ayude a estafador y estafado a encontrar cual es la “venganza” (como no nos gusta esa palabra lo llamamos “justicia”) para restablecer el equilibrio en la pareja.
Posdata: asumo lo de “la madre que no tuvo” porque cuando tenes el tanque lleno interno de amor incondicional de tu madre en tu niñez, no andas por la vida estafando gente y pretendiendo que después actúen “como si aqui no hubiera pasado nada”.