1) Imaginate que una joven normal, standard, un día alcoholizada (como lamentablemente tantos jóvenes lo hacen hoy en dia en sus salidas) cede ante la tentación de otros que se proponen, para juntar dinero, salir a robar a alguien en la calle, con tan mala suerte que al robarle lo empujan se cae, se pega la cabeza contra el cordón y muere.
Son atrapados y ella, como cómplice, es enviada diez años a prisión.
Para sobrevivir en ese ambiente la joven tiene que “masculinizarse” para saber enfrentar por la fuerza a la fuerza de las otras reclusas.
Cuando terminan sus 10 años en la cárcel y sale a la sociedad, esa mujer ha perdido parte de su ternura, su suavidad, su dulzura, en fin, tantas cosas que son parte de la femineidad.
¿Lo podes imaginar?
Bien entonces vamos a la segunda parte del argumento.
2) El mundo actual occidental ha progresado de forma de lograr otorgar a las mujeres posibilidades de autorrealizacion que antes no tenían, posibilidades de independencia (que empieza por la independencia económica) que antes no tenían.
Pero esta indudable ganancia vino con un costo asociado.
Para poder lograr estas ventajas, la mujer tuvo que salir del ambiente “protegido” de sus hogares al mundo de lucha y competitividad y agresividad permanente que es el mundo exterior al hogar.
Eso genera un efecto equivalente al primer ejemplo de la cárcel: masculiniza a la mujer, solo que no nos damos cuenta del proceso porque como les pasa a casi todas las mujeres, y es menos drástico y de cambio abrupto de forma de vida que la cárcel (pero que por otro lado empieza mas temprano en la vida y es de permanencia mucho mas prolongada) uno no puede diferenciar como hubiera sido si la vida fuera diferente.
Y como hay ventajas en este cambio sociológico en que la mujer se ha masculinizado (las mencionadas arriba, la independencia económica, las posibilidades aumentadas de autorrealizacion profesional y vocacional), tratamos de no pensar lo evidente, que el COSTO de esa ganancia lo pagan nuestros hijos.
O sea, las siguientes generaciones.
Porque para criarse emocionalmente sanos los hijos necesitan de la dulzura, la ternura, la suavidad, la paciencia que dificilmente alguien puede tener cuando tiene que estar “luchando” en la vida 8, 10, 12 horas por dia cada dia.
Ni hablar de que el divorcio es cada vez mayor y por lo tanto cada vez mayor el peso de la responsabilidad de llevar adelante sola el hogar (porque la “liberacion de la mujer” no la ha liberado de ser la que por mayor instinto maternal, sigue teniendo la tenencia de los hijos en la mayoria de los casos de divorcio)
La masculinizacion psicológica y emocional de la que hablo en el posteo ue genera la sociedad moderna con su agresividad y su competitividad, la que genera una ausencia de energia “suave” femenina en las madres (y no por “culpa” de ellas) no es algo que se “ve” en el exterior de la mujer.
Es un proceso inevitable que surge, en la mayoria de las mujeres, cuando se enfrentan a tener que lidiar con un ambiente agresivo y competitivo.
Hay miles y miles de excepciones a la regla de la cual hablo pero la regla es la que he descrito.
Y este mundo está cada vez mas loco entre otras cosas porque los hijos hace ya dos generaciones se están criando con madre y padre AMBOS masculinizados (o peor, por madre masculinizada y padre femineizado que ya ni siquiera sabe mantener el principio de autoridad dentro de la familia).