Los hay de varios tipos
1) el que no logra aceptar su faceta homosexual (no digo que sea homosexual sino bisexual, por eso hablo de su faceta homosexual) entonces para convencerse que es “macho puro” tiene que andar acostándose con muchas mujeres diferentes
2) el lisiado emocional que le tiene mucho miedo a ser engullido emocionalmente por una mujer (seguramente porque su madre tenia carácter fuerte y engullidor a nivel emocional) por lo cual si forma una relación uno a uno con su pareja, se siente en peligro entonces la tercera, la otra (y siempre hay alguna otra por ahí) es quien, para él, lo “salva de ser engullido en la relación de pareja”
3) el que tiene en su mente, por deseducación de su hogar, separadas a) la figura de mujer buena y b) la figura de mujer puta en la cama (cuando en realidad la mujer puta en la cama puede ser la mejor mujer del mundo también, solo que estos hombres tienen una tara mental que no logran entenderlo), por lo cual se casó con un vegetal que en la cama es un cero a la izquierda, y vive su erotismo afuera, con las amantes que esas si tienen permiso para ser bien putas porque igual el las quiere para sexo nada mas y no necesita “pensar bien” de ellas (claro que les dice lindas palabras porque el ya aprendió que las mujeres son auditivas y si les decís lindas palabras sobre cuanto ellas le importan, ellas lo van a creer, porque nunca les explicaron a esas mujeres que “no importa lo que un hombre te dice, importa lo que un hombre hace”)
4) luego tenes la variante del punto 3, que es el que NO se casó con una vegetal en la cama sino con una mujer que tiene todo el potencial de ser excelente puta en la cama, solo que el no le da pie para serlo y es mas le da el mensaje telepático de “si queres tener buena imagen conmigo jamas se te ocurra ser bien puta en el cama conmigo”
5) el psicópata incapaz de entender que los derechos de él terminan donde empiezan los derechos de los demás y que no siente empatía por el posible sufrimiento que le causa a su pareja, y que creen que si desean algo, tienen derecho de algo (por algo son psicopatas) por lo cual y sin culpa se acuestan con otras mujeres simplemente porque “les dan ganas”
Nota: como dije en otro posteo, uno no es responsable de los deseos que tenga, y es cierto el dicho de que uno es “casado pero no castrado”, y sentirse atraído alguna vez por otra mujer NO ES síntoma de que uno no quiere a su mujer; somos responsables de lo que hacemos, no de lo que deseamos.
También aquí aparece el termino DOSIS; si un hombre casado se pasa bichando mujeres y notando a cuanta mujer linda pase por ahí, está AGREDIENDO emocionalmente a su mujer. Lo que quise decir es que si ocasionalmente un hombre se siente atraído por otra mujer y no hace nada al respecto eso NI es infidelidad NI significa que no ame a su mujer y la respete.
Para terminar, tres acotaciones
1) un hombre mujeriego no tiene porque estar solo en una de estas categorías, puede tener una mezcla de varias en proporciones diferentes. Lo mujeriego se quita con terapia, SALVO en el caso del psicópata, ahi falta el chip neuronal que le avisa a uno cuando está haciendo algo que esta “mal”.
Pero si vos sos una mujer que estas casada con un psicópata y no te divorcias, sos tan culpable como tu marido y la que necesita urgente terapia sos vos.
2) es responsabilidad también de la mujer hacerle notar a su marido que ella puede y tiene ganas de ser bien puta con el
3) 30 años atrás yo tenia todo MENOS crecimiento personal y entre otras cagadas que me mande TAMBIÉN se incluyeron las infidelidades (no escribo mis artículos desde el pedestal de la santidad y superioridad moral de nadie, sino solo desde el lugar del que aprendió cosas, algunas por las buenas, y otras por las malas, como todo el mundo, y que se siente bien compartiendo con otros las cosas que aprendió que les pueda ser útiles a otros para aprender por las buenas)
POSDATA: un par de infidelidades en 25 años de matrimonio no te convierte en un hombre mujeriego, solo en un hombre que ha sido infiel. Por hombre mujeriego me refiero al hombre que tiene la actitud de que si la otra mujer esta buena y disponible, se acuesta con ella, a pesar de él tener su pareja estable.