Mis afectos cercanos siempre pensaron que estaba un poco loco (no están DEL TODO equivocados) porque cuando yo leo un libro, de filosofía, de psicología, de sociología, los leo siempre con una lapicera en la mano, y voy reescribiendo arriba de lo que está escrito los párrafos que no estoy de acuerdo total o parcialmente, para ponerlos como yo lo escribiría según MI forma de verlo, tachando los parrafos que no me gustan y no les veo arreglo, y escribiendo anotaciones y comentarios en los margenes e incluso cuando me toca tachar toda una pagina y el dorso porque no estoy de acuerdo o porque cuando relea ese libro no me parece digno de relectura, arrancando la página del libro.
Y para mi es como estar ahí discutiendo con Platon, con Aristoteles, con Nietzsche, con Freud, con Jung, con Descartes. O sea, un deleite intelectual.
No es una lectura pasiva.
Es una lectura critica.
Hasta la Biblia la tengo toda rayada con comentarios, círculos, señales, signos de admiración, etc (es el único libro que no le escribo ARRIBA del texto smile emoticon )
A lo que voy es a que toda la vida practiqué lo que predico:
“No importa QUIEN haya dicho algo, no importa DONDE este escrito, no importa CUANTA GENTE crea algo, lo unico que importa es QUE dice y que argumentos se ponen para probar que es cierto y como te cierra a VOS”.
Jamas aceptes nada de nadie, y por nadie quiero decir NADIE, si no te cierra a VOS. Y si lees a alguien, quien sea, y no te dan ganas de decirle cada tanto “no, con esto no estoy de acuerdo”, sea Freud o la Biblia, algo tenes apagado en el cerebro y es hora de que vuelvas a releerlo con eso que estaba apagado ahora prendido.