Hoy hablé mas de una hora con una amiga de FB quien firmó hoy el divorcio con su ex, del quien se separó hace 6 años.
En estos 6 años tuvo 4 parejas.
Me dijo que entre los 4 no valen el marido que dejó y que hoy volvería corriendo a su lado, pero el está ya con otra pareja y le dijo que “gracias paso pero ya fue” cuando le propuso volver hace unos meses.
Le pregunté, ¿y porque dejaste a tu marido?
Me mencionó determinados defectos de su ex
Le dije, “no entiendo, si queres poder estar de vuelta con tu ex, y los que conociste después no valen lo que valía el, no me hables de sus defectos, que no hay nadie que no los tenga, hablame de por qué lo dejaste”
Al final apareció el motivo: es que apareció otro hombre, mientras estaba casada, que le decía todas las cosas lindas que una mujer quiere escuchar, que le decia que ella era lo mas lindo que podía aparecer en la vida (de ese hombre), que le ponía pétalos en la cama cuando se acostaron (no te jodo, es lo que pasó), y que la hizo “temblar” al besarla por primera vez.
Después de un par de horas de charla pudimos resumir con “dejaste a un matrimonio rutinario y tranquilo como son la mayoría de los matrimonios por un romance con pétalos y temblor” hasta que al poco tiempo de convivencia con el “príncipe azul” empezaron a aparecer los defectos descalificatorios pero ya ahí era tarde para volver con el marido.
Ahí había que tratar de empezar a justificarse a si misma el porque se fue de ese matrimonio buscando mas “pétalos y temblores” o sus equivalentes.
Y es difícil, porque el ex era un buen padre y solo con tener al lado al padre de tu hijo ya eso solo, me decía, valía mucho (descubrió después de separada)..
Y encontró el equivalente a mas “petalos y temblores” en nuevos romances que siempre terminaban igual, encontrando los defectos descalificatorios de esos hombres que anulaban lo “maravilloso” de la novedad del romance o de la virtud que al principio encandilaba.
Le dije “fueron los pétalos y el temblor mas caros del mundo” si tomamos en cuenta el costo en dolor generado para vos, tu ex y tu hijo por haber sobrevalorado el romance e infravalorado el matrimonio.
Estuvo de acuerdo.
¿Cual es el consejo que le darías a otras mujeres para que no pasen por esto?, le pregunte.
“No cambies un matrimonio con tu compañero de vida y amigo por un romance excitante, por mas pétalos y temblores que te cause, por mas palabras bonitas que te diga”- me contestó.
Y para los hombres yo le agregaría, “no cambies un matrimonio con tu mejor amiga y compañera de vida, por una calentura sexual con una guachita divina”.
Pongo este posteo en homenaje a mi amiga, porque transmitir la sabiduría que ella logró “por las malas” será por lo menos una caricia para su alma, sabiendo que quizás una mujer o un hombre que lean esto sacaran algún provecho de su experiencia para no cometer el mismo error..