Siempre hay excepciones en toda regla y siempre me refiero a la regla en mis posteos, no a las excepciones.
1) La primera desventaja es que el instinto maternal, si bien está muy cascoteado y disminuido en épocas modernas, si lo comparamos a lo que era 60 años atrás, sigue siendo muuuucho mayor al instinto paternal de protección de la cría.
O sea esa virtud de la mujer, que sienten desde el caracú de su ser mucho mas que los hombres (salvo las excepciones a la regla) el poner a sus hijos como primera prioridad, se vuelve una desventaja en una sociedad en la cual el divorcio es moneda corriente, y siendo que lo que pasa en la realidad después del divorcio es que el hombre se desentiende con mucha mayor facilidad de sus hijos que la madre, que queda así a cargo de la mayor parte del tiempo y energía que son necesarios invertir en el cuidado de sus hijos.
Lo cual la pone en desventaja, frente a los hombres, para rehacer su vida afectiva (la vida afectiva en compañía de una buena pareja es uno de los principales goces de la vida).
2) La segunda desventaja es que la que tiene útero y mamas con leche para la cría es la mujer, por lo cual la que se embaraza y amamanta es la mujer, y además, por el motivo arriba señalado (la virtud de una mayor instinto maternal), cuando el niño tiene fiebre la que tiende a faltar de su trabajo para cuidar de su hijo es la madre, no el padre.
Poder crear vida es una virtud.
Saber cuidar del hijo cuando la necesita a una es una virtud.
Pero tambien aqui, no importa cuantas leyes se saquen con respecto al derecho a la mujer de recibir igual remuneracion en igual cargo que los hombres, el mercado lo impide por las razones intrinsecas Y LOGICAS de como se maneja el mercado.
Y la explicación es la siguiente: si a un empresario le va a costar dinero las “faltas y ausencias” de un empleado (por el motivo que sea, en este caso por embarazo, por licencia de maternidad, por cuidar de hijos enfermos, lo que sea) dado que cuando alguien falta, entrenar al sustituto implica pagar dos sueldos durante el periodo de entrenamiento y ademas para suplir la licencia hay que pagar a alguien mucho mas por mes por el trabajo porque uno no le ofrece continuidad y la gente para “changas” pide mas dinero por mes que para empleo fijo) ese empleado, por mas que cuando está presente tenga buena productividad, le “sirve” menos a la empresa (por tema de posible asistencia discontinua, cada falta es siempre un problema y las faltas prolongadas un problema mayor para el empresario) y por lo tanto es racional y logico, visto desde la mentalidad empresarial, pagarle menos a las mujeres que a los hombres.
Es logico pero injusto.
Pero los empresarios se dedican a ser racionales y calcular costos y beneficios, no a hacer caridad ni justicia social.
Por eso hagan las leyes que hagan, la realidad muestra que en el 90% de los casos, las mujeres ganan un 20% menos que los hombres a igual trabajo e igual capacidad.
Aquí tenes otra desventaja, la segunda, por ser mujer, en este caso en el mundo laboral.
3) La tercera desventaja es que la belleza es uno de los principales atributos que tiene la mujer para ser “deseada y valorada en el mercado”. Por eso antes de una primer cita es típico que la mujer va a la peluquería, se depila, se maquilla, se prueba diez vestidos diferentes a ver cual le queda mejor, y si un hombre hiciera lo mismo lo consideraríamos “rarito”.
El hombre hace otra cosa para sentirse “valorado” en el mercado de la pareja: busca impresionar con su “poder” (sea su poder económico, su inteligencia o las manifestaciones varias que toma el poder).
Esto tiene una raíz evolutiva de miles de años: antes la mujer en la cueva se pasaba embarazándose y teniendo hijos (de los cuales la mayoría se moría antes de los cinco años) y para sobrevivir necesitaba que el hombre saliera a cazar y traerle la carne del brontosaurio y la defendiera de otros predadores (animales y humanos).
Por lo cual la mujer lo que valoraba es la capacidad de protección que le podía dar el hombre o sea, el poder del hombre.
El tema es que un hombre entre sus 20 y sus 50 años va aumentando su poder (económico e intelectual, este ultimo sea por estudios o por la universidad de la vida, la calle, la experiencia) en cambio la mujer entre sus 20 y sus 50 años va disminuyendo su belleza.
De modo que terminamos con múltiples matrimonios que se rompen porque el hombre que se caso a los 25 con su mujer de 25, cuando ambos llegan a tener 50, se divorcia y cambia a su mujer por otra de 35, porque el intercambio de X poder a cambio de X belleza que estaba parejo hace 25 años, ahora el tiempo lo hizo trabajar en contra de la mujer.
No te enojes conmigo al leerlo si sos mujer, no estoy diciendo que esto es justo, la culpa no es del mensajero, estoy describiendo lo que veo en la humanidad a mi alrededor y en la psique del hombre y de la mujer.
4) Una cuarta desventaja está relacionada a la primera y la segunda: está comprobado por las estadísticas que el pico de infidelidad de los maridos es cuando la mujer está embarazada o el hijo tiene pocos meses.
¿Por que?
Porque como la mujer tiene el corazón bien puesto y su instinto maternal es grande, su energía esta puesta en su nuevo bebé por nacer o nacido. Y ahí el marido se siente “abandonado” (en lugar de felicitar a su mujer porque pone su energía en el hijo de AMBOS por nacer o nacido) y busca su compensación de “que alguien le de importancia y lo ponga en el centro” en otra mujer.
Otra “virtud” femenina que se transforma en una desventaja (a nadie le gusta ser cornudo/a).
Este posteo no dice que es mejor ser hombre que ser mujer porque como digo arriba y amplio aquí, ser mujer trae múltiples ventajas comparativas frente al hombre:
a) la mujer tiene mucha mayor inteligencia emocional,
b) tiene mucha mayor capacidad para el crecimiento personal,
c) tiene una capacidad mucho mayor de intuición,
d) tiene mucha mayor dulzura, paciencia, ternura,
e) tiene mucha mayor capacidad de entrega en la relación de pareja y en la capacidad de transformar una casa en un hogar,
f) tiene mucha mayor valentía para enfrentar el dolor (físico y emocional)
g) tiene la capacidad de crear vida dentro de si
h) y una tendencia a la solidaridad (en lugar de a la competitividad) que hace que si el poder político estuviera en manos de mujeres en lugar de en mano de hombres, creo que el planeta estaría mucho mejor rumbeado de lo que está.
Ahora bien, estas desventajas que corren las mujeres en el mundo moderno son tambien responsabilidad de ellas mismas.
Me refiero a que a empujones y a financiamiento de la élite económica, el feminismo, en lugar de revalorizar “lo femenino” (que no es lo mismo que “la mujer” porque la mujer puede perfectamente ser “masculina” en sus actitudes de vida) y en lugar de poner a lo “femenino” en el lugar de valor que le correspondería tener, valorizó lo masculino y así se educó a tres generaciones de mujeres ya a que “lo bueno” es aquello masculino como la competitividad (en lugar de la solidaridad) porque es la competitividad la que lleva al éxito profesional, y se la convenció de priorizar el éxito económico (en lugar del éxito familiar y romántico) lo cual lleva a criar nuevas generaciones con baches emocionales, y así con todo.
El mundo se masculinizó.
Las mujeres se masculinizaron.
Porque eso, los valores masculinos, es lo que le servía y sirve a la élite económica mundial.
Los valores femeninos no generan ganancia economica para la elita mundial.
No hay tajada comercial para la felicidad de una familia, o la felicidad de una pareja, o la felicidad de los hijos que uno críe, la tajada la saca la élite solo de lo que se produce, se vende y se consume.
O dicho de otra manera, la forma masculina de vivir la vida da ganancia (para la élite) y la forma femenina de vivir la vida no da ganancia (para la élite).
Para mi el feminismo por lo tanto se quedó a medio camino.
Reinvindicó el derecho a la mujer a ocupar los puestos y tareas y roles que el hombre tradicionalmente hacia sin que se la impidiera hacerlo o criticara por ello, pero no reinvindicó el cambio cultural necesario (en contra de los intereses de la élite) para revalorizar los valores femeninos en la cultura moderna en lugar de masculinizar a la mujer.