Todas las características que tiene tu pareja en el momento que das el “si”, se transforman en características aceptadas por vos y por lo tanto en derecho adquirido de tu pareja para el futuro.
A menos que especificamente hayan pactado lo contrario antes de casarse.
Vos no formas relación con una parte de tu pareja sino con el paquete, virtudes y defectos.
Como nadie es perfecto descontamos que HAY defectos (no estamos hablando de los que te oculta, esos NO entran en el análisis, obviamente estamos hablando de todo lo que estaba sobre la mesa)
Cuando en la ceremonia te preguntan “acepta a fulano/a como esposo/a bla bla bla bla” vos no decís “si, pero solo en parte, la otra parte no”, decís “si” , punto y aparte.
¿Tenes que aceptar algo malo de tu pareja?
Si te parece tan malo, lo que tendrías que haber hecho es no casarte con esa persona, ¿no es obvio?
Y no hay excusas, porque no importa cuales fueron las causas que te llevaron a aceptar algo en el momento en que te casaste, esas son TU responsabilidad, no de tu pareja.
El sentido de justicia mas elemental, requiere que si UNO se equivoca (si te parece que fue una equivocación en su momento aceptar determinadas cosas de tu pareja) entonces UNO paga el precio, no otra persona.
En definitiva, si no te sirve tu matrimonio porque tu cónyuge es como te mostró antes de casarte, o sea, si te equivocaste en proponer o aceptar un matrimonio con esa persona (por los motivos que sea que te equivocaste) declara tu decisión de casarte un error, pedí perdón a tu pareja por hacer que se involucre afectivamente contigo y haya apostado lo mas valioso que tiene la vida (el tiempo) contigo, haciéndole creer en su momento que realmente lo aceptabas con esos defectos, impidiéndole asi usar ese afecto y esa vida para relacionarse con otra persona que SI lo/la hubiera aceptado REALMENTE, y separate.
Tu podes proponerle un cambio que vos consideres bueno, por supuesto. Es mas, debes hacerlo si crees que es para su bien y su crecimiento personal.
Pero con cero presión y cero manipulación y cero amenaza de represalia de ningún tipo si no cambia.
Porque por elemental sentido común, no te asiste ningún derecho a exigir que tu pareja cambie en los aspectos que se transformaron en derecho adquirido en el momento que dijiste “si, quiero” y menos que menos tienes derecho a enojarte con tu pareja por ser como era cuando dijiste el “si quiero” y meeeeeenos aún tenes derecho a dañarla/o o fallarle en ningún sentido porque tu pareja es como era cuando dijiste el “si quiero”.
El momento de la negociación es el noviazgo, mientras están creciendo juntos viendo si llegan o no al punto del compromiso.
Una vez dado el si, las características del otro se convierten en derecho adquirido y vos siempre mantenes la opción de la separación y divorcio si sentís que la menos mala de tus opciones es fallar al compromiso que tomaste cuando diste ese “si”.
Posdata: si todo el mundo entendiera y metabolizara los conceptos de este posteo, pondrían muuuuucho mas cuidado en conocerse a si mismos y al otro/a ANTES de dar el “si”, y que bien que le haría eso a la institución del matrimonio!