Cuando en los estudios de Hollywood deciden si van a producir o no una película, obviamente lo que les importa es si va a tener buena taquilla o no.
Y lo que tiene buena taquilla es lo que moviliza a la audiencia porque representa algo que tiene carga emocional en el espectador por lo cual deben hacer un libreto que en la superficie sea una aventura entretenida de ver y con efectos especiales pero que a nivel inconsciente haga resonar a los espectadores con los temas que los movilizan.
Pompeya era una ciudad en las cercanías del Volcán Vesubio que tuvo una erupción 1800 años atrás y en cuestión de un par de horas sepultó a la ciudad en mar de cenizas ardientes. Hace no mucho investigadores arqueológicos descubrieron esta ciudad enterrada y la fueron desenterrando y encontraron a los cuerpos de los ciudadanos de la ciudad que fueron instantáneamente muertos por estas cenizas que los envolvieron que sirvieron para una especie de momificación de los cuerpos de modo que se los encontró como suspendidos en el tiempo en las posiciones en que estaban en el momento de morir cuando las cenizas ardientes del volcán en la nube piroclastica despedida los envolvió.
La película desarrolla su trama en esa época de Pompeya en los días previos a la erupción del Vesubio (como alegoría de una guerra nuclear misilística que destruiria a las ciudades del mundo en un par de horas) y muestra a una sociedad como la nuestra actual, que TENIA las “señales” de el problema por venir (en Pompeya era los pequeños temblores que anunciaban que algo estaba mal con la montaña volcán, pero que nadie le dio bolilla y siguieron su vida como si nada, aun cuando empezaron a haber grietas en las construcciones … “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, …los políticos corruptos, el abuso del poder económico sobre el pueblo, el equivalente a los reality shows donde en lugar de gladiadores matándose frente a una audiencia en el estadio donde al final el político mas poderoso ponía el dedito para arriba o para abajo dictaminado si se salva o se muere el gladiador de la muerte, es el equivalente a los competidores de hoy de los reality show “matándose emocionalmente” en sus discusiones y el “dedito para arriba o para abajo” lo da hoy en día la audiencia, sintiéndose así poderosas para decidir el futuro ajeno de quien muere (es expulsado) o queda vivo (queda en el programa) y gozando (como gozaban antes los espectadores en los estadios romanos de gladiadores) con las desventuras de estas personas que muestran sus miserias frente a los ojos del espectador.
Y lo que muestra la pelicula resuena inconscientemente con todo eso que pasa hoy en la vida de los humanos asi como resuena en que todos sabemos (sin pasarlo a la conciencia en muchos casos) que cuando venga la Tercera Guerra Mundial, será tan rápida como el Vesubio en erupción, y tal como pasó en Pompeya el “fuego destructor” no hará distingo entre pobres y ricos, entre los humildes y los mas poderosos.
El crecimiento personal TAMBIÉN sirve para entender el mundo a nuestro alrededor no solo a nivel superficial de lo literal que se muestra (en películas o en noticias internacionales) sino en entender el significado oculto transmitido en clave para quien sepa entender lo que ve.
Mirar a una película también se puede hacer como lo hace un buen psicólogo frente a un consultante, quen no se queda en la superficie del relato literal de lo que le cuenta el consultante (o la película) sino que se ocupa de ver lo que hay por debajo de ese cuento que hace el consultante, el verdadero significado del pasado y presente de esa persona que es mucho mas rico que solo el cuento literal que parece ser toda la historia.
Y si hacen peliculas como Pompeya (que salió al público en el 2014) es porque SABEN que en el inconsciente del publico, o sea en el inconsciente colectivo de la humanidad, hierve bajo la superficie de la conciencia el que estamos frente a una alta probabilidad de una nueva Pompeya, solo que esta vez el tema sería global y planetario, y como asusta “darse cuenta”, POR ESO está reprimido en el inconsciente (estar en el inconsciente no significa desaparecer, significa que son pensamientos y emociones que están ahí en nuestra mente pero “separadas” de la pantalla de la consciencia por el esfuerzo de no darse cuenta, por el mismo mecanismo de que el marido o la esposa engañados son los últimos en enterarse, conscientemente, aun cuando mirando para atrás, después, saben que había pistas y que simplemente no lo quisieron ver)
La película Pompeya (2014) y sus implicancias
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