En los divorcios pocas veces hay buena onda entre los ex y muchas veces los hijos son usados por uno de los dos como “instrumentos” para conseguir ventajas o vengarse del ex o hacerle la vida difícil en una nueva relación de pareja.
Yo diría que vos podes calibrar cuanto amor hay o deja de haber de parte de un padre o una madre para con sus hijos por como actúa con los hijos en este punto, luego del divorcio.
Tanto mas los usa como instrumentos de su guerra con su ex, menos los quiere, por mas que se llene la boca diciendo que los quiere.
Lo cual me trae a la memoria la historia de la Biblia sobre Salomón, uno de los dos principales reyes de la historia de Israel antiguo.
Cuenta la historia que dos madres vienen al Rey para que imparta juzgamiento en su querella.
Ambas sostenían ser la madre verdadera de ese niño y pedían que se lo diera en custodia.
Escuchando a ambas madres hacer sus respectivos argumentos, Salomón manda a un soldado cortar con su espada al niño a la mitad, y darle la mitad a cada madre.
Antes que el soldado diese el tajo mortal, una de las madres dice “no, no lo hagas, que se lo lleve ella”.
Y ahi el rey le da el hijo a esa madre que dijo eso (lo de la orden de cortar al niño en dos solo había sido una prueba, Salomon era famoso por su sabiduría) porque solo la madre verdadera es capaz de sacrificar la tenencia de su hijo con tal de que viva y sea feliz.
La Biblia es otro gran compendio de conocimientos sobre la vida humana (mezclada en una chachara religiosa hay estas joyas de sabiduría) y lo que relata este cuento es pura verdad: el amor genuino por los hijos jamás acepta dañar a los hijos buscando el propio beneficio o buscando ganar en un enfrentamiento.
Cuando yo veo a ciertos padres y madres hablar de lo mucho que le importan los hijos y veo como se comportan con sus hijos, dañandolos en su lucha con el o la ex, se me cae la cara de vergüenza ajena.