Los delincuentes en general se enojan con la policía que los persigue para ponerlos presos y no con ellos mismos por ser delincuentes que ESA es la razón porque terminan presos.
Hay delincuentes penales y hay delincuentes morales (que el daño que hacen no se castiga con la cárcel pero no es menos daño por ello)
Y los delincuentes morales con nada de crecimiento personal real, actúan asi, enojándose con los que ponen a la luz los delitos morales cometidos.
Tanto mas crecimiento personal alguien tiene, tanto mas hace lo contrario de eso, hasta llegar a agradecer cuando alguien le hace notar en lo que erró porque sabe que así tienen oportunidad de cambiar y mejorar.
Esto me hace acordar un ejercicio de un seminario de hace unos 25 años, llamado Insight II, en que eramos unos 40 o 50, duraba unos 4 días el seminario y uno de los ejercicios consistió en que después que ya nos conocíamos de días, nos parábamos todos como si estuviéramos en un cocktali, y nos íbamos acercando unos a otros, de a dos en dos y cambiando de personas luego, y en lugar de hablar de bueyes perdidos lo que hacíamos es que uno le decía al otro que defecto para mejorar le había visto en los días anteriores y ahí uno, que recibía esa critica, le decía al otro “gracias por quererme lo suficiente como para hacérmelo notar” y luego viceversa, era la oportunidad de uno para hacerle la critica al otro.