Una es “que diferencia A de B”?
Otra es “que tienen en común A y B”?
Desde el hemisferio cerebral izquierdo racional nos preguntamos (y sabemos contestar) “en que me diferencio yo de otro ser humano”?
Desde el hemisferio cerebral derecho holistico podemos preguntarnos y descubrir “en que me parezco yo a ese otro ser humano”?
¿En que se parece un comunista a un capitalista, un chino a un africano, un trillonario a un pobre, un hombre a una mujer, un blanco a un negro, un cristiano y un judio?
Y cuando vemos al ser humano desde esa última perspectiva de “que tienen en común” descubrimos
1) que terminamos todos muertos alguna vez
2) que ninguno de nosotros realmente sabe de que se trata la vida, para que vivimos, que hay después de la muerte por mas que podamos tener teorías que nos convencen un poco mas o un poco menos, saber nadie sabe
3) que todos envejecemos y perdemos nuestra juventud
4) que todos conocemos el dolor emocional de perder seres queridos
5) que todos tenemos esperanzas de algún tipo y todos hemos tenido frustraciones de alguna de estas esperanzas
6) que (casi) todos sabemos que es enamorarse de alguien
7) que (casi) todos nos enternecemos con un cachorrito de perro o un gatito jugueton y mimoso.
8) que (casi) todos los que hemos tenido hijos sabemos que se siente (intransferible en palabras salvo para un poeta que no soy) cuando tenes por primera vez a un hijo en tus brazos y sabes que esa vida depende de TI.
9) que todos nos sentimos mejor cuando encontramos a alguien a quien amamos y nos ama de vuelta
10) que todos alguna vez hemos sentido (o temido) el dolor de la soledad afectiva
Solo con esto NO alcanza, pero sin esto no hay salida
Y “esto” es que aprendamos a vernos unos a los otros desde el hemisferio cerebral derecho y descubramos que mas allá de nuestras ideas y colores y creencias, somos todos hermanos compañeros de este mismo curso de aprendizaje, que vamos a terminar todos igual, muertos, que nadie se va a llevar nada de esta vida, salvo su contribución al colectivo, para bien o para mal, porque somos todos HUMANOS.