Uno se sorprende al ver el poder de programación mental o lavado de cerebro o como quieras llamarlo, que existe o existió en ciertos países de férrea dictadura (Alemania de la época de Hitler, Norcorea actual, por ejemplo) en que la población aparece enfervorizada aclamando a su líder y creen lo que el líder manda creer, y lloran y lloran, sin fingir, muchas veces, si se muere el dictador de turno.
Porque desde que nacen estan “adoctrinados”, y el adoctrinamiento es constante en toda situacion, escuela, club, hogar.
Sin embargo no se necesita vivir en ese tipo de dictadura para tener un lavado de cerebro, muchas familias funcionan asi, adoctrinando a sus hijos en determinadas creencias. No lo hacen por “malos” sino porque los adoctrinadores (papá, mamá, resto de la familia, representantes de la Iglesia, etc) realmente están convencidos de que esas creencias no solo son ciertas sino además importantes.
Por ejemplo las creencias de las familias muy identificadas con su religión, católicas, judías o islámicas, son pasadas a los hijos mediante el mismo tipo de adoctrinamiento y lavado de cerebro y presión del grupo para que los niños no vaya a animarse a pensar diferente, so pena de castigo (en las familias el castigo es la “no aprobación” como mínimo y eventualmente “el exilio”)
Pero el adoctrinamiento de los niños no termina en las creencias religiosas, sino que permean muchas otras creencias sobre lo que es bueno y es malo hacer en la vida, y los niños a veces salen “sin animarse a discutir” (internamente) determinadas creencias que se toman como ciertas en su familia de origen aún cuando son creencias as falsas y que generan daño a la propia felicidad en nuestra vida de adultos.
El crecimiento personal pasa por poner TODO EN DUDA, eliminar las falsas creencias (aquellas que no tenga pruebas que las sostengan) y superar y mejorar, cada día,