Un niño asustado empieza a llorar desconsolado y su madre lo toma entre sus brazos, lo abraza, le pone la cabecita contra su hombro y lo tranquiliza “no te preocupes, está todo bien, mamá te cuida, tranquilo”.
En general ahí el niño se tranquiliza si un poder superior, su madre en este caso, le dice que puede confiar en ella y su poder para cuidarlo y protegerlo.
El problema es que cuando somos grandes no tenemos un hombro de mamá o papá para recostarnos en su regazo y que nos diga “no te preocupes, está todo bien, mamá/papá te cuida, tranquilo/a”. Al contrario a veces tenemos nosotros que cuidarlos a ellos. O al menos los vemos como nuestros pares, ni mas ni menos poderosos que nosotros mismos.
Y ahí es como los seres humanos inventaron aquellas religiones que tienen como uno de sus pilares fundamentales el concepto de una especie de papá poderoso que nos cuida desde el cielo, si nos portamos bien.
Da miedo ser un adulto huérfano de cuidados de papá o mamá.
Y da trabajo desarrollar una dimensión espiritual de la vida que no incluya ese concepto de papá en el cielo que nos cuida si nos portamos bien.
El crecimiento personal incluye al crecimiento espiritual, lo cual requiere desarrollar una espiritualidad para adultos, que se conteste las preguntas básicas de que o quien creo el Universo (quien creó el Big Bang?, que había antes?, hay un propósito inteligente en la creación del Universo? para que se creó? somos los seres humanos solo materia o ademas existe una dimensión espiritual de nuestra vida que nos precede y sigue viviendo después de nuestra muerte? cuales son las reglas de juego de este Universo? hay bien? hay mal? que es el bien? que es el mal? que es cierto, como podes decir que esto es verdad o no es verdad? que es real, mas allá de lo que nos dicen nuestros sentidos que claramente son una interpretación del mundo ya que sabemos desde el liceo que el mundo no es como le parece a los sentidos sino esta hecho de átomos que son mas que nada “vacío”? etc etc etc, miles de preguntas espirituales sobre el sentido de la vida en general y de la vida de cada uno en particular)
Cuando veo a una persona sin crecimiento espiritual, veo a una persona sin “sentido de propósito” en la vida mas que lograr placer y bienestar en la vida, lo cual hace a una vida muy vacía.
Cuando veo a una persona religiosa veo a un niño asustado con apariencia de adulto.
Y crecer implica no ser ninguna de ambas cosas.