No se puede.
El cerebro tiene inercia.
Y si lo haces día tras día tras día tras día, por ejemplo una mujer de negocios, una gerenta. o tantos puestos de trabajo que requieren la dura lucha y competencia que existe en el mundo empresarial, la mujer termina yangizada (de Yang = el principio masculino)
Entonces ¿de donde recibirán los niños la ternura, la paciencia y la dulzura femenina de sus padres?
¿Del padre?
Puede ser, ¿porque no?
¿Pero eso es lo que pasa en realidad?
No, lo que pasa es que muchos niños se crian con un padre yang y una madre yang.
Y en casos asi ¿de donde aprenderán los valores YIN femeninos de la vida?
De ningún lado
¿Entonces?
No podemos decirle a las mujeres que no trabajen en trabajos que sean de dura competencia y “lucha por la vida”. Eso va en contra de todos los valores modernos de igualdad de derechos entre hombres y mujeres a hacer lo que mejor les siente en la vida y nadie puede defender con racionalidad un argumento contrario.
¿Entonces?
Y, yo diría que si un niño/a necesita, para criarse bien, que uno de ambos padres tenga la energía YIN en el hogar, ninguna pareja donde UNO DE LOS DOS no tenga una clara energía YIN y un estilo de vida que sea coherente con tener esa energía YIN cuando se relaciona con los hijos, tenga “permiso” de tener hijos.
Y por similar razón, deberíamos evitar que parejas sin vínculos comprobadamente sólidos tengan hijos porque en la practica cuando se separa la pareja los hijos quedan con la madre y hacia les falta la energia YANG durante su crianza.
Así respetaríamos el derecho de cada adulto, hombre o mujer a vivir la vida como quiera, y por parte respetaríamos el DERECHO DE LOS HIJOS a no criarse en una familia desprovista de la energía y modelos de ser y de actuar YIN y YANG tan necesarios para la formación emocional adecuada de los niños.
En otras palabras, cuando pensemos en tener hijos lo que deberiamos pensar es en el derecho de LOS HIJOS y no en las ganas de los adultos de tener hijos.