Determinadas cosas van juntas, como los dientes de leche y la niñez. Si yo se de alguien que tiene dientes de leche, se, sin mas preguntar, que se trata de un niño, porque después de la niñez los dientes de leche se sustituyen por los dientes definitivos. Podemos decir por lo tanto que los dientes de leche son uno de los “sintomas” de la niñez.
Lo que hacemos, como hablamos, lo que callamos, como nos vestimos, como nos movemos, nuestras prioridades (que se notan por los temas que nos gusta conversar), nuestras enfermedades, nuestros accidentes y nuestros problemas en la vida, todo “habla” de nosotros a nivel profundo, de los subpersonajes que están manejando nuestra vida.
Descubrirlos y ponerlos a la luz de la conciencia aumenta nuestra capacidad de manejar nuestra vida con mayor paz, armonia, éxitos y felicidad.
Por ejemplo:
Hay personas que no han logrado “soltar” algo de su pasado, no han logrado digerir la pérdida (sea que lo tuvieron y lo perdieron o que nunca lo llegaron siquiera a tener pero sienten que lo necesitaban tener y lo que tienen que soltar es la posibilidad de tenerlo).
Hay “síntomas” de eso.
1) la constipacion (dificultad en ir de cuerpo, que implica “soltar” algo que estaba dentro tuyo y ahora tiene que salir e irse)
2) la acumulación de objetos ya poco útiles en la casa de uno, que se vuelve atiborrada de cosas, y por lo tanto desordenada (el extremo son los acumuladores compulsivos)
3) el quedarse en una relación de pareja muuuucho tiempo después de que era lógico terminarla.
El tema es que cuando aprendes a abrir los ojos y ver, no solo mirar, no podes regular que ver y que no, empezas a ver todo, de los demás y de uno mismo y de los propios padres y del propio pasado.
Y al niño/a interno que vive dentro nuestro hay cosas que le asustan de ver. Por lo cual muchas personas se entrenan para NO ver, para solo mirar.
Y el resultado es que viven con mucho menor grado de conciencia, paz, armonia , éxitos y felicidad de lo que podrían lograr.