Hay personas que cuando están en una relación de pareja lamentan no tener suficiente “libertad” para su gusto, y efectivamente tienen razón.
En español se eligió como equivalente a cónyuge los términos esposa y esposo, siendo las esposas lo que se le pone a los presos.
El matrimonio o la relación de pareja con compromiso es la elección de perder buena parte de las libertades de soltería para obtener las delicias que traen las buenas relaciones de pareja (cierto, es mejor estar solo que mal acompañado pero es mejor, muuuucho mejor, estar bien acompañado que solo)
Y esas personas tanto rompen las pelotas con buscar sus “libertades” que sus cónyuges muchas veces terminan dándoles lo que piden y se llama divorcio.
Y ahi no saben que hacer con tanta libertad y se acuerdan, tarde, y sin retorno en la mayoría de los casos, que en la vida nada es gratis y que si no sabes sacrificar gozosamente tus libertades de solteria en aras del compromiso de pareja, no te mereces las bondades del compromiso de pareja.