En un posteo anterior hablé sobre como aprendí a hipnotizar siendo un adolescente. Te voy a contar una anécdota de esa época que tiene gran relevancia para mantener la mejor salud posible.
Tenia yo unos 17 años, estábamos en una reunión de amigos, y como pasaba muchas veces, me pidieron hipnotizar.
Pedí una voluntaria y se ofreció una chica.
La hipnotice y le dije “te voy a agarrar ahora el brazo y te lo voy a introducir en una cuba llena de agua helada, totalmente helada, muy pero muy pero muy fria, llena de cubos de hielo, pero no te preocupes que vos vas a aguantar el intenso frío que vas a sentir en el brazo”
Le agarré el brazo lo levante y luego lo bajé diciéndole “ahora te lo estoy metiendo en la cuba de agua helada”.
Y ahi note algo que me quedo como OTRA enseñanza para que CUARENTA AÑOS DESPUÉS cuando hice el postgrado de psico inmuno neuro endocrinologia, en la Universidad Favaloro, le diera una base experiencial a lo que uno leía como teoría en los libros o lo recibía desde la cátedra por los profesores como teoría.
No había ninguna cuba, obviamente.
Pero LA PIEL SE LE PUSO DE GALLINA en ese brazo cuando le bajé el brazo y se lo “introduje” en la supuesta cuba de agua helada.
Ahora, si yo te pago a vos cien millones de dolares si logras ponerte piel de gallina en tu brazo derecho (y solo ahi) usando tu poder mental, te aseguro que hacer el intento lo vas a hacer (cien millones de dolares le viene bien a cualquiera) pero no vas a poder.
Los faquires son los que se ENTRENAN para hacer justamente eso, gobernar conscientemente desde la mente todos los procesos del cuerpo inmuno neuro endocrinos que regulan desde la velocidad de coagulación de la sangre hasta cosas como poner la piel de gallina (que es la forma en que el cuerpo se defiende del intenso frio para perder menos calor a través de la piel)
Todo se maneja desde el cerebro.
Y todos tenemos potencialmente el mismo poder que los faquires solo que como no somos “entrenados” en usar ese poder, usamos ese poder como “mono con escopeta”.
Por lo cual si hay algún subpersonaje que GANA algo con una enfermedad, aun una enfermedad terminal, utilizará esa capacidad faquiresca de manejar los procesos generales del cuerpo desde la mente y logrará generar esa enfermedad, enfermedad a la cual desde OTRA parte de nosotros llamaremos “el problema que tenemos en nuestra salud”.
El psicólogo dedicado a la psicomedicina debe detectar cuales son los subpersonajes que ganan con la enfermedad, llevarlos a la conciencia, neutralizar con buenos argumentos su supuesta ganancia, mostrándole que el costo no vale la pena la ganancia, y así dejar actuar al “médico interno” que existe en todo organismo, así como a la medicina externa tradicional (medicamentos, tratamientos, operaciones) para promover el recuperar la salud de forma mas rápida y eficiente y duradera.
Ejemplo de las “ventajas” (ganancias) de agarrarte un cancer luego de un divorcio en que te abandonaron por otra mujer y no podes superarlo:
1) que tu ex tenga compasión por verte enferma deje a la otra y vuelva contigo
2) que si te moris tu ex quede con sentimiento de culpa toda la vida (lo cual arruine su nueva relación de pareja)
3) que tus hijos toda la vida culpen a tu ex de haberte hecho tan infeliz por el abandono que te enfermaste y moriste.
4) eutanasia, o sea, si sentis que nunca vas a poder superar la pérdida de tu ex, morirte como forma de dejar de sufrir (que es lo que le pedimos al doctor que haga con nuestro familiar enfermo cuando sufre y “no hay salida”).
Cuando ayudas a la paciente a tomar conciencia que existe un subpersonaje dentro de ella que siente ganar algo con lo que el resto de ella toma como “el problema que tengo”, la paciente en lugar de “luchar contra la enfermedad” la toma como el maestro que le vino a enseñar algo (en este caso la necesidad de superar la pérdida) y se da cuenta que las ganancias expuestas arriba no compensan la pérdida de la salud o de la vida y RECIÉN AHÍ se optimiza el efecto de las medicinas y tratamientos.