A los deprimidos que no logran salir de su atasque con terapia, hablándoles, tratando de hacerlos razonar, solo se los desatasca y libera de su situacion con un electroshock.
Hay formas alternativas de tener una especie de electroshock, por ejemplo pasar por un gran miedo a morirse y luego no morirse.
Mucha gente cambia su vida cuando tiene un ataque al corazón, casi se muere, se siente morir, pero luego los médicos lo logran sacar del ataque y sobreviven.
Cambian para bien, dejan partes disfuncionales de su vida anterior y se alinean mas con su propia esencia y el sentido de la vida.
Se vuelven mas solidarios, mejores personas, mas centradas, mas filosóficas, menos materialistas y consumistas.
Como planeta, estamos presos de una conducta tan autodestructiva como el mas deprimido, o mas.
Sabemos que estamos caminando al precipicio de la autodestrucción planetaria pero seguimos la marcha, porque no sabemos juntar las fuerzas internas y la determinación colectiva para hacer algo al respecto.
Solo podemos alimentar a siete mil millones de personas con el sofisticado sistema de especialización en que cada persona hace UNA cosa bien y luego obtiene el otro 99.99 por ciento de lo que necesita, incluyendo casa y comida y vestimenta utilizando el sistema financiero, o sea con la fe colectiva en el valor de los papelitos pintados que llamamos “dinero”.
Cuando dentro de muy poco (en esta generación) caiga el sistema (cuando caiga será un proceso rápido, en una semana o un mes) y sobrevenga una enorme mortandad mundial porque sin “fe” en el sistema económico basado en el dinero y el valor de esos papelitos, se cae todo y contame cómo y donde vas a conseguir el agua para tomar y la comida para comer, AHI, con el electroshock colectivo que generara la muerte masiva en todas las familias de la humanidad, los sobrevivientes tendrán el impulso para el verdadero cambio que el planeta necesita.