No siempre podes lograr el final de tu guion

Los que escriben guiones para el cine saben que los espectadores tienen ciertas expectativas para los finales felices, y se van rabiosos del cine si el argumento los hace “sufrir” porque el final de la película no es el que ellos hubieran querido.
Cuando por alguna asignatura pendiente nos armamos una “película de vida” con determinado guion, en el cual muchas veces invertimos aaaaños de vida, con el objetivo de obtener determinado saldo final del “juego” relacionado a asiganturas pendientes de nuestra niñez, y el final no es el esperado, las personas entran en una especie de “rabieta infantil”.
Se llama “juegos en que participamos” en análisis transaccional a estos guiones de vida que generan nuestros subpersonajes inconscientes con determinadas asignaturas pendientes de las heridas emocionales de nuestra niñez, y que apuntan a determinado saldo final del juego… ejemplo, la niña que sufrio porque mama nunca pudo defenderse bien de las infidelidades de papá y nunca se divorciaba “por que no sabia que hacer sola teniendo 2 hijos chicos” y la niña de grande inconscientemente recluta a un hombre infiel, tiene un hijo con el mirando para el costado “no enterándose” de sus infidelidades, luego un segundo hijo y luego un tercer hijo y AHI años después, cuando esta todo armado para el saldo final del juego, con 3 hijos chicos, ahi si, “descubre” la infidelidad del marido y lo manda a cagar.
“¿Viste mama como se puede?
Yo también tengo hijos chicos, tres, no solo dos, y no estoy en mejor situacion económica que estabas vos pero IGUAL soy digna y me divorcio”.
El saldo final del juego tenia dos ventajas
a) mandar a cagar a papa infiel (en la reedicion del marido infiel, lo que mama nunca pudo hacer y se hace “en su nombre”)
b) demostrarle a mama que la excusa que puso por no divorciarse era falsa.
Pero a veces la película en nuestra vida real, no termina como inconscientemente queríamos, típicamente porque la otra persona reclutada para jugar al juego se niega a seguir jugando.
Ahi estas personas actúan como niños chicos con un berrinche, negándose a aceptar la realidad de tantos años perdidos en una película cuyo final no fue el esperado.
Y actúan como niños chicos porque en ese momento SON niños chicos, porque las asignaturas pendientes siempre vienen de nuestra niñez herida y el subpersonaje que estuvo armando todo ese guion de vida y reclutando las personas adecuadas y actuando de la forma en que se actuó, es un subpersonaje cuya edad emocional es la de un niño/a.

Para ver el posteo original con los comentarios en Facebook hacer click en el siguiente link: https://www.facebook.com/roberto.lazar.5/posts/10210276859098851

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *