Ochenta años atrás las madres decían a sus hijas que no estudiaran demasiado porque si se volvían muy instruidas bajaban sus probabilidades de conseguir marido.
O sea que ochenta años atrás el hombre necesitaba sentirse más poderoso que la mujer, en este caso más poderoso intelectualmente, para sentirse cómodo en la relación.
Las madres, con su sabiduría de la vida sacada de la experiencia, sabían esto y de ahí este consejo a las hijas que, cuando uno lo considera con la cosmovisión de hoy en día, parece tan pésimo consejo.
Sin embargo los tiempos tanto no cambiaron, y los hombres, en su enorme mayoría, siguen sintiéndose poco cómodos a nivel relación de pareja con mujeres notoriamente más instruidas que ellos, o si la mujer gana bastante más dinero que ellos, o si la mujer es físicamente más fuerte que ellos.
Es cierto que tanto más creces en el sentido psicológico, emocional y espiritual, más sólo estás en el mundo porque menos interlocutores tenés a tu nivel, y ese es uno de los costos principales del crecimiento personal.
Pero el costo es doble para el caso de las mujeres, porque cuando una mujer que tiene alto crecimiento personal se junta con una potencial pareja que serviría como tal pero tiene poco crecimiento personal, suele darle una enorme pereza ponerse a enseñarle a subir a su nivel.
Lo cual hace que el costo del crecimiento personal sea aún mayor para las mujeres que se dedican a ello.
Y sin embargo, si vos vas a seminarios de crecimiento personal, encontrarás que hay muchas más mujeres que hombres en ellos, o sea que las mujeres demuestran estar más interesadas que los hombres en crecer como personas.
Posdata: pero entonces este es un posteo a favor o en contra de que las mujeres se dediquen a cultivarse intelectualmente y a crecer psicológicamente? Obvio que a favor, este es un muro dedicado al crecimiento personal.
Este posteo solo enfatiza el costo especialmente alto que pagan las mujeres por ello.